ATENCIÓN PÚBLICA O PRIVADA
Estefanía Sánchez Navarro y su esposa de Ivonne Pacheco, han hecho una ardua labor por visibilizar las problemáticas que enfrentan a la hora de poder dar atención al hijo de Ivonne, Jezza, quien tiene 14 años y es un paciente que requiere atención psiquiátrica.
El último año ha sido crítico para la familia, pues han padecido la falta de servicios y la necesidad de más recursos, lidiando con la burocracia con el fin de obtener los recetas medicamentos cada mes.
“Nosotras decidimos salir de la atención del Hospital Nava porque en realidad dejaron de surtir los medicamentos, son muy caros por ser controlados y se volvió complicado, además con el cambio del Seguro Popular al Insabi”.
“En algunas ocasiones nos permitían surtir medicamentos sin el papeleo correspondiente por la pandemia, pero luego comenzaron a ponerse estrictos y dejaron de surtirnos y además cuando lográbamos acceder de manera fácil, digamos, no había; siempre faltaba alguno y eso implicaba dar vueltas a farmacias y centros psiquiátricos”.
Según relató la joven madre, los fármacos no sólo fueron un problema, sino que la falta de atención también fue un motivo para que optaran por cambiarse a los servicios de salud mental privados.
“Durante la pandemia tuvimos algunas situaciones muy urgentes de atención para él, casi siempre en domingo, en el Hospital Nava nos negaron el servicio, nos dijeron que sólo había atención psiquiátrica de emergencia en el área de adicciones, mientras que de adolescencia no había y esto ocurrió tres veces”.
Sin embargo, la atención privada les cuesta mucho más, ya que además de Jezza, hay dos pacientes más dentro del núcleo familiar, lo que representa un gasto mensual de 7 mil 500 pesos por atención psicológica y psiquiátrica.
La falta
de atención fue un motivo para que optaran por cambiarse a los servicios de salud mental privados