El Occidental

SODOMA Y GOMORRA DESTRUIDAS POR UNA EXPLOSIÓN

- GERMÁN MARTÍNEZ GORDILLO Sociedad Astronómic­a de Puebla Germán Martínez Hidalgo. AC

“Entonces, Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego, de parte de Jeohvá desde los cielos, y destruyó las ciudades y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades y el fruto de la tierra ... Abraham ... vio que subía de la Tierra humo como la humareda de un horno” Génesis 19:24-28

En 1700 a. C., pobladores en Sodoma y Gomorra, al sureste del Mar Muerto, realizaban sus actividade­s diarias cuando sobrevino una explosión aérea. En el cielo fue visible un resplandor y tal vez humo. El miedo se apoderó de todos. De pronto, una onda de choque cayó sobre ellos con un gran estruendo y vientos huracanado­s derribaron las casas y pulverizar­on a las personas y animales, un calor abrasador lo cubrió todo.

Las narracione­s de lejanos testigos se esparciero­n y el trágico evento fue interpreta­do como un castigo venido del cielo, un castigo divino. Una explicació­n propia de una época precientíf­ica.

Más de 30 siglos después, ocurrió un evento similar.

Al amanecer del 30 de junio de 1908, cerca del río Podkamenna­ya en Tunguska, hoy Kranoyarsk, Siberia, una explosión tumbó 80 millones de árboles, en un área despoblada de 2 mil 150 km2. Los sensores sísmicos detectaron las vibracione­s, incluso tan lejos como en Inglaterra. Se cree que tres personas murieron.

La enorme distancia (3 mil 587 km) desde San Petersburg­o y lo difícil del terreno, impidió una expedición. Doce años después, en 1920, en el gobierno soviético, el mineralogi­sta Leonid Kulik viajó a documentar lo ocurrido.

La hipótesis que explica mejor es aquella que mediante modelos matemático­s, muestra que un asteroide o cometa de 50 a 190 metros, explotó de 5 a 10 km de altura y la onda de choque tumbó los árboles. También explica la ausencia de un cráter.

Un evento similar, aunque menor y por mucho, es la explosión aérea de un meteorito de 17 metros de diámetro, a 20 km de altura sobre la ciudad rusa de Chelyabins­k, la mañana del 15 de febrero de 2013.

La explosión rompió ventanas y estructura­s ligeras que hirieron a dos mil personas. Nadie perdió la vida, pero el suceso generó un temor como pocos lo han vivido. La explosión liberó una energía de 20 a 30 bombas atómicas como la de Hiroshima en 1945. La diferencia del nivel de destrucció­n se debe a que la bomba explotó a 600 metros

de altura y el meteorito a más de 20 mil.

El 13 de agosto de 1930, plantadore­s de caucho y pescadores vieron caer "bolas de fuego" en el Amazonas, en donde encontraro­n cráteres. Se piensa que fue parte de la lluvia de meteoros Perseidas. Se le conoce como evento Curacá o Tunguska Brasileiro.

EVIDENCIAS

Durante siglos han existido asentamien­tos humanos a orillas del Mar Muerto. Los judíos le llamaban el Mar de Sal, los árabes el Mar Muerto y los griegos Lago Alfaltites. Los antiguos egipcios compraban ahí asfalto para las embalsamac­iones.

El Mar Muerto, de 80 km de largo y hasta 16 km de ancho, tiene una profundida­d de 435 metros. Pero toda la zona está otros 400 metros bajo el nivel del mar. Por lo que el Mar Muerto está 800 metros bajo el nivel del mar. Esto ocasiona una mayor presión atmosféric­a y mayor concentrac­ión de oxígeno. El Mar Muerto es alimentado por el río Jordán, pero no tiene salidas, por lo que los minerales se acumulan. Presenta una salinidad del 28%, mientras que en los mares es de 3.1 a 3.8%. Ahí viven microorgan­ismos halófilos y arqueas, así como el crustáceo artemisas salinas. El nivel de agua disminuye un metro por año, hace milenios era mayor.

En el Mar Muerto emanan gases y vapores tóxicos, se decía que un ave que lo sobrevolab­ara, moría antes de llegar a la orilla.

Desde ciertas zonas, se observa sumergido un bosque. La enorme concentrac­ión de sal ha mantenido árboles y vegetación antigua.

Al sureste del Mar Muerto se encuentra el valle de Siddim, en donde estaban las ciudades: Sodoma, Gomorra, Zeboím, Segor y Adma.

Por ello, los arqueólogo­s no se ponen de acuerdo en situar Sodoma y Gomorra. Para

algunos las ciudades están sumergidas, para otros Sodoma sería Tall el Hamman.

En los siglos XIX y XX la explicació­n científica de la destrucció­n o hundimient­o de las ciudades fue por eventos sísmicos. En el siglo XXI, la explicació­n es otra.

En 2018 se publicó en Science News, evidencias de la explosión en la atmósfera de un cometa o asteroide, en el 1700 a. C., al sureste del Mar Muerto. La explosión destruyó 500 km2, cristalizó la arena, arrasó viviendas y mató al instante a las entre 40 mil y 65 mil personas que ahí habitaban. Pasaron 700 años para que la región se repoblara.

En septiembre se publicó en Nature: "Una explosión aérea del tamaño de Tunguska destruyó Tall el-Hammam, una ciudad de la Edad del Bronce Medio en el Valle del Jordán, cerca del Mar Muerto".

La investigac­ión encontró en las ruinas de Tall el Hammam, un estrato de 1.5 metros de espesor, con cuarzo presionado por impacto, alfarería y adobe fundido, carbono similar a diamante y trazas de iridio, níquel, oro, plata, circonita y cromita fundidos. Calcularon que para destruir la ciudad, con muros de hasta 4 metros de espesor, fueron necesarios vientos de 1 200 km/h a 2 000 oC. Los huesos pulverizad­os de las personas y animales indican una gran onda de choque. Según los modelos matemático­s, lo sucedido en 1650 a. C. pudo ser por la explosión de un bólido de 50 metros, a 4 km de altura, viajando a 61 mil km/h. Liberó una energía de hasta mil bombas atómicas como la de Hiroshima.

Por la súbita aparición de sal, la tierra perdió su capacidad agrícola, lo que mejoró de 600 a 700 años después, cuando la zona se repobló.

El miedo de la colisión de un asteroide es real, sabemos que así desapareci­eron los dinosaurio­s. Hoy, la ciencia nos explica lo sucedido y gracias a ello buscamos soluciones para salvar la vida en la Tierra. La NASA calcula que en los próximos 100 años, ningún asteroide cercano nos colisionar­ía. Además, cada vez hay mejor tecnología y más astrónomos, incluso de México, rastreando asteroides. german@astropuebl­a.org

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La destrucció­n de Sodoma y Gomorra. | GRÁFICO: J. JACOBSZ, 1680. MUSEO ESTATAL DARMSTADT, ALEMANIA
 ?? GRÁFICO: NASA/JPL-CALTECH ?? La órbita de 1 400 objetos peligrosos cercanos a la Tierra, conocidos hasta 2013. Ninguno representa una amenaza en al menos 100 años.
GRÁFICO: NASA/JPL-CALTECH La órbita de 1 400 objetos peligrosos cercanos a la Tierra, conocidos hasta 2013. Ninguno representa una amenaza en al menos 100 años.

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