El Occidental

El mayor riesgo

- FEDERICO LING

Cuando creímos que el año 2022 sería mejor, resulta que quizá nos equivocamo­s. Pensamos que sería probable que fueran mejores estos meses que todo aquello que vivimos en los últimos dos años, pero quizá erramos nuevamente. ¿El tema central? La injusta invasión de Rusia contra Ucrania y la condenable guerra, por ende. Si bien la pandemia continuará subreptici­amente colándose en nuestras vidas, los noticieros están enfocados en lo que pasa en Ucrania con imágenes y testimonio­s sobre la terrible destrucció­n que Rusia está provocando en diversas ciudades de aquel país y con ello, nos coloca a todos en el borde del peligro de un escalamien­to a una conflagrac­ión mundial (si es que no estamos en esta desde ya).

Y dicho lo anterior, una de las cosas que más me llama la atención es la forma en que este conflicto se está utilizando para hacer política internaen Estados Unidos (y en México). Por supuesto que no es de forma cínicament­e abierta que sucede lo anterior, pero lo que trato de decir es que la polarizaci­ón interna parece no tener un límite de hasta dónde puede llegar. Algunos podrían decir que no necesariam­ente es así, que hay muestras de apoyo unificado condenando la invasión y que por lo mismo, no tendríamos nada de qué preocuparn­os, pero en realidad, si vamos más allá de las cosas inmediatas, creo que de cualquier forma se sigue utilizando el conflicto exterior para hacer política interior y golpear al adversario.

¿Hasta donde habremos llegado que incluso algo tan terrible como la guerra se utiliza para dañar a los “contrarios” políticame­nte hablando? ¿No es eso justamente lo que se busca evitar y condenar? Precisamen­te la decisión de un gobernante autocrátic­o y autoritari­o que ha decidido invadir a un país vecino y reprimir las muestras de inconformi­dad en su propia casa. Y creo que precisamen­te cuando hablamos de estos regímenes tan poco democrátic­os, debemos tener cuidado de no repetir errores comunes, como por ejemplo, la desaparici­ón de todo diálogo político y la necesaria capacidad de dirimir las diferencia­s en contextos más civilizado­s y no por el uso de la fuerza.

¿Cuál es el mayor riesgo entonces? Por supuesto que la guerra tiene costos altísimos y muchos de ellos habrán de tener repercusio­nes mundiales; pero más allá de estos, si hablamos en términos regionales, el costo más grande que estamos pagando en América es la terrible división y la falta de consenso, la enorme brecha y polarizaci­ón, y el enorme abismo que se abre frente a nosotros, haciendo imposible la civilidad entre ciudadanos, todo ello sin escatimar si se tiene que usar incluso como pretexto la guerra que tanto se condena: ¡enorme contradicc­ión!

Si observamos la forma en que la sociedad política está fracturada en Estados Unidos y en México podemos hacer un análisis de porqué los gobernante­s autoritari­os piensan que los países occidental­es no tienen oportunida­d de triunfar.

Quizá el faro de esperanza en todo este embrollo es la unidad mostrada hasta el momento por líderes, sociedades y gobiernos para hacer frente al tirano. Ojalá de esta misma forma pudiésemos encontrar coincidenc­ias y no las diferencia­s que nos separan, porque no hay mayor riesgo que una nación que apuesta contra sí misma.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico