Fiscalización y cambio climático
Se acaba de celebrar el Día Mundial de la Vida Silvestre, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó en 2013 con el fin de promover la concientización sobre el valor de la fauna y la flora salvaje. Para 2022, ha propuesto como lema “recuperar a las especies para la restauración de ecosistemas”, con el fin de propiciar una reflexión global en el mundo, sobre el peligro que acecha a las especies de vida silvestre y destacar la multitud de beneficios que preservarlas tiene para la humanidad y para las generaciones que empiezan a crecer y las futuras.
Un ejemplo de ello es la segunda edición de la Auditoría Coordinada en Áreas Protegidas (ACADP), realizada entre 2019 y 2020, bajo el liderazgo de la Comisión Técnica Especial de Medio Ambiente (COMTEMA) de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades
Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS) y coordinada por el Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil (TCU).
En seguimiento a los resultados de esta auditoría coordinada, la ASF como parte de la fiscalización de la Cuenta Pública 2020, elaboró una evaluación de la política de medio ambiente enfocada en la protección y conservación de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) a cargo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) con el propósito de analizar la evolución de estas áreas durante el período 2015-2020, monitorear sus avances e identificar áreas de oportunidad y hacer sugerencias para mejorar las acciones del gobierno federal para garantizar la protección y conservación de las ANP.
La investigación, análisis y elaboración de esta evaluación fue pensada bajo una perspectiva proactiva, considerando el impacto de la pandemia en su desempeño y no se centró simplemente en la generación de un cúmulo de observaciones, sino en proveer de criterios relevantes que coadyuven en la mejora de la implementación y gestión de las ANP y que favorezcan la deliberación pública sobre la importancia de apoyar y respaldar la política ambiental, la relevancia del desempeño de la CONANP como responsable de la protección de estas áreas y sus ecosistemas para garantizar el derecho a un medio ambiente sano de los habitantes del mundo y dar pasos firmes hacia el desarrollo sostenible.
La investigación, análisis y elaboración de la evaluación se pensó con perspectiva proactiva y consideró la pandemia.