Empatía con causas de las mujeres
El pasado 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. En nuestro país, en los últimos años, esta conmemoración ha convocado cada vez más a miles de mujeres que salen a las calles a protestar, a marchar, a manifestarse, a levantar la voz par
En estas marchas, que acuden miles de mujeres con una importante diversidad de mensajes que van desde el reclamo por la hermana, la hija o la amiga desaparecida, hasta las mujeres que piden seguridad en las calles, en las escuelas, en los trabajos y hasta en el interior de sus casas. Hay otras mujeres que exigen el reconocimiento de derechos, o que pelean por la igualdad laboral, o por espacios para garantizar la participación política.
Todas las causas, agendas y mensajes llevan dentro de sí un cúmulo de historias, de trayectorias y vivencias personales, hay detrás de todos estos reclamos, una fuerte carga de emociones, de tristezas, de angustias y esperanzas. Todas las mujeres que levantan la voz lo hacen desde su muy particular experiencia de vida. Todas estas causas son justas, son nobles. Estas manifestaciones que se convierten en diversos movimientos que se expresan en una voz y a la vez en muchas voces, tienen un destinatario común: la estructura política y social patriarcal y machista que ha generado a lo largo de la historia grandes brechas de desigualdad y abusos en contra de las mujeres.
Dentro de todas estas protestas, vemos la pluralidad de formas para elevar el mensaje, para visibilizar la causa. Hay mujeres, que cantan, bailan, pintan o regalan flores
violencia nunca será la salida para dirimir los conflictos y problemas sociales, nunca el reclamo de recibir violencia se resolverá con hechos violentos.
a las mujeres policías, hay otras que gritan, lloran, exigen y elevan sus carteles para que se vean. Hay también otras mujeres que deciden rayar paredes y monumentos, quebrar vidrios, incendiar puertas y ventanas de oficinas gubernamentales. Con tristeza y coraje nos damos cuenta que algunos medios de comunicación le dan prioridad a informar sobre los destrozos por encima de las causas y razones de la protesta. Naturalmente la violencia nunca será la salida para dirimir los conflictos y problemas sociales, nunca el reclamo de recibir violencia se resolverá con hechos violentos. Sin embargo, es pertinente y prudente deteneros un poco a pensar y a conocer las causas que motivan este tipo de manifestaciones, si no hemos vivido lo que tal vez una madre que tiene a una hija desaparecida o alguna hija que haya sido violada o asesinada.
Naturalmente la