Escuchar y analizar
Sócrates fue un filósofo griego considerado como uno de los más importantes de la filosofía occidental y mundial, fundador de la filosofía moral; nació en Alopece (población pequeña sin jurisdicción propia) , en la antigua Grecia, sin que se sepa exactamente el año, pero se coincide que fue entre los años 470 y 469 a.C; a pesar de que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que se le pueden atribuir, sin lugar a dudas es una figura del pensamiento antiguo incluso los filósofos anteriores a él, se les llamó presocráticos.
La postura de Sócrates ante el mundo intelectual de su época es la resistencia a la sabiduría tradicional, él continuamente se retiraba a su casa para recobrar su paz interior, su entendimiento, su armonía con su yo individual y cíclicamente volvía a enfrentar la vida pública en las calles de las polis, las plazas, y cualquier lugar que encontrara en sus caminatas. Argumentaba sus ideas, enseñaba a quienes no presentaban egos de grandeza y sin cobrar nada a nadie por sus clases.
En otro orden de ideas, Sócrates, es considerado como el padre de la filosofía, creía que nuestras palabras, pensamientos y acciones debían estar custodiados por conceptos como la verdad, la bondad y la utilidad. Y las preguntas que le hizo a su discípulo son las que cada uno de nosotros debe hacerse en su comunicación con los demás. De aquí el gran legado que ha dejado para la humanidad y que es conocido como los Filtros de Sócrates.
La verdad. ¿Estás seguro de que lo que vas a decir es verdad? ¿Te consta? ¿Puedes probarlo? ¿Estarías dispuesto a jugarte tu reputación por ello? ¿Cuántas veces te has creído a pies juntillas algo que te han dicho sin comprobar si era cierto o le has dado veracidad a una noticia que has leído o escuchado y que finalmente ha resultado ser falsa? Vivimos en la era digital, en la era de la información. Nunca antes habíamos tenido acceso a tanta información como ahora.
Pero eso conlleva una responsabilidad: filtrar lo que es verdad y lo que no, contrastar las fuentes, porque también vivimos en la terrible era de las fake news.
La bondad. ¿Lo que vas a decir es bueno? ¿Beneficia o hace sentir mejor a la otra persona o a ti mismo? ¿Provocará emociones positivas? ¿Mejorará la situación de las personas involucradas?
¿Cuántas veces has destacado lo malo de alguien o de algo en lugar de verle el lado positivo? ¿O te has enviado a ti misma o a ti mismo mensajes negativos que sabes que te hacen daño?
La utilidad. ¿Es necesario que lo digas? ¿La vida de esa persona o la tuya mejorarán? ¿Podrá esa persona hacer algo útil con esa información? ¿En qué le perjudica o le afecta el no saberlo? Hay que distinguir entre la sinceridad, que es decir la verdad de una forma honesta, y el sincero, que es usar la verdad sin límites, sin prudencia y sin empatía.