Construir México
En las últimas semanas no he visto otra cosa que una división marcada en el País, aunado la creciente violencia en redes sociales y calles cuando se habla de alguna acción de Gobierno, recientemente por ejemplo, la inauguración del aeropuerto Felipe Angel
El presidente no ayuda tampoco mucho, entre la Revocación de mandato próxima a realizarse el 10 de abril y la inauguración del AIFA, el mandatario federal se ha lanzado con todo y contra todos los que, en la libertad de expresión comparten puntos de vista, editoriales o incluso videos que se hacen virales, López Obrador sigue insistiendo que todo eso es obra de sus adversarios, de quienes se oponen a la cuarta transformación, el mismo discurso de siempre pero sin oportunidad de réplica o un ápice de autocrítica. Se deja a un lado aquél discurso de que un árbol no será tocado en el tema del tren maya, mientras algunos artistas hacen evidente el ecocidio que se avecina, y tampoco se habla del fracaso que ha resultado el programa federal “sembrando vida.
Se deja de hablar de la casa de Houston, del abasto de medicamentos, de aquella promesa que hiciera en un lunes “mañanero” el titula de Profeco donde aseguraba que el precio del limón estaría en su precio normal, mientras hoy está por encima incluso de los 100 pesos. Dejó de hablarse también de los tratamientos de niños con cáncer, de la inseguridad que ha rebasado todos los pronósticos. La división de México enfurece cuando estos temas son incluso tratados a manera de preguntas en espacios editoriales, cuestionando a quienes escriben, editorializan o conducen espacios informativos sobre el México del pasado donde también pasaban cosas, o más bien, dejaban de pasar.
Sin embargo, el candidato López Obrador en sus discursos, cuando candidato, no sólo ofreció terminar con vicios como la corrupción, sino también ofreció por medio de una consulta llevar a cabo procesos judiciales contra ex presidentes ( consultas que por cierto costaron al erario, y no dieron resultado alguno ), las famosas mesas por la paz, recién comenzó su mandato que tuvieron que suspenderse, precisamente por faltas de garantías, y el Huachicoleo, que sigue dándose en algunos puntos del país, a pesar que los “accidentes” por la ordeña de combustible han ocasionado pérdidas humanas, prometió un Banco del Bienestar más cerca de la gente, y actualmente el costo de su operación no está transparentado, además de tener a decenas de personas pasando la noche a la intemperie para que, al momento de abrir se les dé una ficha y hagan su trámite. El presidente debe ya actuar como tal, ya no con discursos y pleitos, sin generar creativas frases que sólo lastiman y dividen, México no requiere de una oposición, sino de verdaderas personas que quieran construir,sociedad. Ojalá que en la próxima elección tengamos perfiles no de oposición sino de construcción.