Revocación: ¿Votar o no votar?
La consulta de revocación de mandato que se llevará a cabo el próximo domingo 10 de abril es una farsa pseudo democrática, innecesaria y absurda, además de sumamente costosa. Se gastarán más de 1,500 millones de pesos en este teatro propagandístico que ti
Aquí la pregunta que se hacen todas las personas que están inconformes con la manera en que el presidente está gobernando el país es: ¿Qué es lo más conveniente, ir a votar para que se vaya el presidente o no participar en la consulta? Aquí les comparto 3 de mis razones por las que yo no acudiré a participar en esta farsa: La ley es muy clara, el mecanismo de revocación de mandato lo debe solicitar y promover la ciudadanía que le ha perdido la confianza al presidente de la república, el ejercicio es para interrumpir o no el mandato de forma anticipada, por ello resulta absurdo que sea el propio presidente y su partido el que ha promovido este ejercicio. Como hemos visto, fue Morena quien recolectó las firmas para activar el mecanismo, es el presidente el que promueve la participación y fueron las y los legisladores de Morena quienes modificaron la ley con la intención de permitir el uso de recursos públicos en propaganda a favor del presidente.
El no acudir a ejercer la opinión en una Consulta para la Revocación de Mandato también es una forma válida de participar y mostrar el desacuerdo en el ejercicio. La ley contempla el abstencionismo activo, ya que importa el número de personas que acudan a las urnas y, en caso de no lograr la participación del 40 por ciento del padrón electoral, el ejercicio no será vinculante, independientemente del resultado. Es decir, el abstencionismo en la Revocación de Mandato es la clave entre validar o no el ejercicio propagandístico del presidente. Es muy diferente a una elección constitucional para elegir a un gobernante porque ahí el abstencionismo no tiene valor y la mayoría que ejerce su derecho y obligación es la que decide, es la que importa.
No quiero ser parte de la validación de los caprichos de un presidente que se concentra más en su popularidad que en hechos y acciones de un buen gobierno. Me parece absurdo que el presidente quiera mostrar músculo político y electoral para demostrar si aún tiene la capacidad de seguir movilizando a millones de personas.
Es claro que independientemente del resultado, el presidente señalará al INE como culpable de que su ejercicio no haya alcanzado sus expectativas personales. Podemos ver a distancia que al ser un ejercicio que no lo promovió la ciudadanía que ha perdido la confianza en el presidente, la consecuencia será una baja participación de las personas que desean que se interrumpa su mandato.