El Occidental

Sin un hijo en su mesa…

Su calvario empezó desde hace 9 meses en que Beto ya no regresó a casa

- VÍCTOR MANUEL CHÁVEZ OGAZÓN

Miriam es una madre joven... hasta hace unos meses rodeada por sus “tres mosquetero­s”, como les dice a sus tres hijos: Alberto de 21, Carlos de 19 y Alejandro de 16 años de edad, quienes la acompañan desde que ella se quedó viuda. Y hoy una nueva pena la acompaña, sabe que el próximo día de la madre ya no será igual, alguien más le falta en su mesa, a uno de sus hijos se lo llevaron... es el otro 10 de mayo.

Hemos cambiado los nombres por razones de seguridad y respeto a la familia. Esta es la entrevista con Miriam.

Después de pasar por una tragedia como ésta, ¿realmente se puede celebrar el 10 de mayo?

“He escuchado a mis amigas, compañeras, casi hermanas, que llevan años en esto, buscando a sus hijos, me dicen que después de que se los llevaron, uno de los días más felices del año se convirtió para ellas en el más triste”.

Le hace falta Alberto, de 21 años. Salió a trabajar junto con varios amigos y ya no volvió. ¿Cómo se percató de su ausencia y cómo vivió las primeras horas?.

“Fue hace unos nueve meses. Solo no volvió y comencé a buscarlo, me tomaron mi declaració­n casi por la fuerza y me dijeron que esperara 48 horas, pero él nunca me faltaba a casa, los tres sin su padre que murió muy joven lo que menos me daban son preocupaci­ones, a Beto nunca le gustó estudiar, pero desde niño comenzó a trabajar para ayudarme en la casa. El día de los hechos salió en su camioneta, vivíamos en un fraccionam­iento por la carretera a Chapala, me dijeron paró para que subieran sus compañeros de trabajo y los testigos dicen que entonces apareciero­n varios sujetos, en tres o cuatro camionetas, quienes se los llevaron con todo y la troca”.

¿Usted la hizo de investigad­ora, ha buscado más que la fiscalía?

“Sí, tres días después de cuando me enteré de lo que había pasado, fui al crucero y mirando al cielo vi que una tienda de esas que hay en cada esquina, tenía videocámar­as. Se lo dije al MP, pero éste tardó todavía siete días más en pedir los videos y ya no estaban. Me dijeron que en la tienda borran el contenido cada dos semanas, me dicen que es porque no tienen mucha memoria en los equipos. Al MP me lo cambiaron cuando me quejé”.

¿Qué sintió en este momento?

“Que se me caía el alma al piso, que esto iba pa largo. Y así fue, lo he buscado durante meses, me uní a mis amigas, me han ayudado mucho, pero paso poco tiempo en la casa, creo que he abandonado a los otros dos, a los más chicos, pero no me siento completa, me falta mi Beto”.

¿Ha perdido la fe en algún instánte?

”Nunca, incluso creí que lo volvería a ver. A los diez días regresaron varios de sus compañeros, me dijeron que se habían equivocado y los habían soltado, pero mi Beto y otros dos de sus amigos, no volvieron. Los que sobrevivie­ron me dijeron que los golpearon, los quemaron, que no los dejaban dormir y luego a algunos los dejaron libres a varios kilómetros de ahí, los tiraron en la carretera”.

¿Cómo ha sido su contacto con la autoridad, en algún momento ha sentido que no la apoyan?

”Hay de todo.Cuando los muchachos regresaron, calculé donde los dejaron, fue como a 20 kilómetros de ahí, en las afueras de un coto abandonado. Les dije que fueran ahí, que buscaran a mi Beto, pero no lo hicieron. Luego hallaron una fosa varios meses después y ahí lo encontré,

“Lo reconocí por los tatuajes, se los hizo cuando era más joven; yo le decía que el cuerpo era un templo y había que respetarlo, pero bueno es tu cuerpo; le dije entonces, haz tú lo que desees. Se hizo tatuajes, un par de alas, unos ojos”

estoy segura, estaba en San Juan Evangelist­a, donde yo les decía. Es su tronco (tórax), son sus piernas”.

¿Cómo es que sabe que es él?.

“Son sus tatuajes, lo reconocí por los tatuajes, se los hizo cuando era más joven, yo le decía que no, que el cuerpo era un templo y había que respetarlo, pero es tu cuerpo, le dije entonces, haz tú lo que desees. Se hizo tatuajes, un par de alas, unos ojos, un nombre. Pero no encuentran los brazos, no estaban ahí, dice el MP, y en el Semefo hemos buscado, sin encontrarl­os”.

¿Por qué no se lo han regresado?

”Está su tórax, sus piernas, su cráneo, ya en calaverita, pero me faltan los brazos, se que es él, es el tatuaje el que está en su tronco y son sus tatuajes los que tiene en las pantorrill­as, pero me dicen que faltan los brazos y hasta que no los encuentren no pueden entregárme­lo”.

¿Ya lo saben sus otros hijos?

“No, se me volverían locos, ellos tienen la esperanza de que encontremo­s a Alberto. Reconozco que les he ocultado la informació­n, prefiero tenerlos así, con una luz de fe, hasta que no esté completo Beto y lo pueda llevar de regreso a mi casa”.

¿Si fuera él, si ya lo encuentra, volverá a su casa?

“Creo que será difícil, seguiré con mis hermanas y amigos, con quienes me han apoyado, buscando a sus hijos. Me han cambiado la vida”

¿En realidad hay algo que celebrar

Indolencia le

dijo al MP que había videocámar­as donde desapareci­ó su hijo, las solicitó tarde y ya no había videos

este 10 de mayo?

“No, para mi ya no será igual, los otros dos (hijos) no tienen la culpa, pero me siento muerta en vida, con un hueco en el corazón, nunca más podré celebrar, porque me falta un hijo, me falta mi Beto y su silla estará vacía”.

Miriam es una madre joven, trabajador­a, que siempre ha buscado salir adelante con sus hijos, quienes han sido su motor.

Son jóvenes, los tres que siempre están pendiente de ella, al igual que ella con ellos. Hasta hace unos meses estaba rodeada por sus “tres mosquetero­s”, como les dice a sus tres hijos: Alberto de 21, Carlos de 19 y Alejandro de 16 años de edad, y quienes la han acompañado desde que se convirtió en viuda.

Éramos felices los 4 y desde hace 9 meses, ya no es así, me falta Beto. Es un calvario, que me hayan traído de un lado para otro y aún cuando yo le dije al ministerio público que había cámaras de vigilancia donde desapareci­ó mi hijo, no me hizo caso sino hasta días después y ya no estaban los videos. Hoy esta pena me acompaña, el día de la madre ya no es igual., me falta mi hijo.

 ?? AURELIO MAGAÑA ?? Ya lo encontró y no se lo entregan. El dolor y el calvario siguen para Miriam.
AURELIO MAGAÑA Ya lo encontró y no se lo entregan. El dolor y el calvario siguen para Miriam.

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