JAVIER HERNÁNDEZ REVELÓ A EL OCCIDENTAL CÓMO HA LIDIADO CON LA DEPRESIÓN; HOY, YA RETOMÓ SU NIVEL
Se podría pensar que ser Javier Hernández es lo mejor de la vida al ser uno de los jugadores más emblemáticos en la historia de México, que triunfó en el viejo continente al jugar con el Manchester United y Real Madrid; anotó goles en Mundiales que lo hace el máximo rompe redes de la de la Selección Mexicana...
Cualquiera diría que nada le falta, lo tiene todo y su vida es maravillosa. Pero la realidad es otra. En entrevista para EL OCCIDENTAL Javier dejó en claro que sobre todas las cosas es humano que siente, ríe, llora, disfruta y se pone triste, y que tanto le ha costado que incluso confesó que llegó a tocar fondo, a vivir una realidad complicada con depresión y ansiedad, algo que lo llevó a un momento bajo de su vida, pero en el que ha salido adelante gracias a sus hijos, principalmente.
¿Te cansaste de ser el Chicharito; la fama te pesó?
"Me llegó la depresión porque (autoreflexiona) cómo puedo explicártelo para que se entienda exactamente como quiero que suene… bueno, así de simplemente: me cansé de no ser yo.
¿A qué voy? Sí fui yo en ese momento, pero era el que solo fingía porque seguía con patrones con los que crecí. Tenía heridas que no habían sanado y también quería llenar vacíos que yo tenía.
Todo eso me llevó a la depresión, a tocar fondo para aceptar que había un vacío existencial que nunca voy a llenar. Ninguno de nosotros lo vamos a llenar. Ahorita que está de moda, pero que es muy real, entre más sueltas, más te llena. Hasta es ilógico porque uno tiene que tener para sentir certeza y para mantener cosas".
¿Cómo saliste adelante?
"Créanme que estamos acostumbrados a esto. Yo, Javier Hernández, así fue como salí: Pasó número uno es el amor propio; claro que es apapacharte, decirte lo estás haciendo muy bien Javi, vas bien, estás bien; chíngale, porque eso también es apapacho y amor propio.
También decirle a una persona ¿sabes que eres increíble, maravillosa?, pero ahorita vamos a estar un poquito más distanciados. ¿Oye, sabes qué mamá, papá..? En realidad extraño mucho a mis padres. Eso que a veces no nos atrevemos a decir (que es lo difícil), es lo que me ayudó a salir de mi depresión".
¿Tus hijos fueron tu motivación?
"Por supuesto que me ayudaron muchísimo mis hijos. No tenía de otra más que armarme de valor para que puedan ver la mejor versión de su padre.
Hablé conmigo mismo y dije: cabrón o le chingas y te amas para que de verdad tus hijos puedan verte pleno, trabajado, lo más humano y entregado posible, por el bien de ellos. Francamente vinieron los dos a darle el tiro de gracia a toda esa depresión que arrastraba, porque en realidad no hay nadie que te saque de este grave problema más que tú mismo.
Esa responsabilidad de tu vida solamente depende de ti. Tuve que meterme a fondo y hasta la fecha sigo en procesos, cerrando heridas, viviendo experiencias, cagándola como cada ser humano".
¿Cuál es el mensaje que quieres mostrar a tus seguidores?
"Lo único que Javier Hernández quiere expresarle a todos es su lado humano, lo vulnerable que soy, más allá de que pueda ser una estrella mundial de futbol y que crean que tengo todo. Èl (Javier) es alguien que sigue soñando y que sabe que algo muy importante es la niñez, por eso habló de los sueños y también que quede como consejo para los pequeños".
¿Te sientes responsable por las expectativas que se esperan de ti?
“De cierta manera sé la responsabilidad y el impacto que muchos trabajos conllevan, pero que en realidad somos iguales, somos humanos. Tengo los mismos sentires que todos puedan tener, tengo obstáculos, problemas familiares, hemos crecido con muchas negaciones, con muchas puertas que se te cierran y luego se te abren otras, con obstáculos en tu carrera profesional. También en lo emocional y en lo mental. Nosotros tenemos que seguir trabajando porque siempre tu mayor rival afortunadamente es el que puedes ver en un espejo, siempre es uno mismo el que se pone sus limitaciones".*