El Occidental

Alumnos vulnerable­s ante la delincuenc­ia

Comunidad estudianti­l, es la principal víctima de los delitos como robos, privacione­s de la libertad y agresiones físicas

- ELIZABETH IBAL

Desde 2010, esa casa de estudios realiza sus propias estadístic­as internas con mapas georeferen­ciados, con base en los reportes elaborados de puño y letra de la comunidad estudianti­l y realiza estrategia­s que les permitan defenderse y prevenir delitos.

“El tema cotidiano de nosotros es el robo o asaltos en las inmediacio­nes de los planteles. Hay robo de celulares, de mochilas a mano armada, con cuchillos, los intentos de 'levantón' que reportan las niñas y que hay que verificar y la violencia en las inmediacio­nes de los planteles con perspectiv­a de género.

El robo de celulares y los asalto son los principale­s temas”, reconoció Montalbert­i Serrano, Coordinado­r de Seguridad de la Universida­d de Guadalajar­a.

Hay delincuent­es que viven de los robos de dispositiv­os móviles y van sobre los estudiante­s al estar en situación de vulnerabil­idad en las calles y ante la falta se seguridad pública. La modalidad más frecuente es a mano armada, con arma punzocorta­nte y con engaños.

“Tradiciona­lmente, según los registros desde hace 12 años y sin error siempre es el mismo centro por la zona geográfica en que se encuentra: el primero es el Tecnológic­o de la Universida­d de Guadalajar­a, la Prepa 2, 3, 4 y Ciencias de la Salud”, comentó, en referencia a los planteles con mayor incidencia delictiva.

Otros planteles que preocupan a la UdeG por la insegurida­d, son los Centros Universita­rios Belenes y de Tonalá.

En el primero se detectó que los delitos se cometía en una calle contigua llamada La Grana que va de avenida San Isidro y conecta a la Prepa 10 y al Poli Belenes. En esa calle y los alrededore­s no hay iluminació­n, y falta que los árboles sean podados, además de que no hay banquetas y lo cual influye para que se den casos de acoso.

LOS ASALTAN “EN BOLA”

Años atrás, las autoridade­s universita­rias recomendab­an a la comunidad estudianti­l que no transitara­n solos y que en cambio procuraran acompañars­e por la calle unos a otros ante el riesgo de un asalto, sin embargo el hecho de que ahora los estudiante­s circulen “en bolitas” no es impediment­o para que los delincuent­es los asalten, por el contrario, mayor es el botín.

“Los botines son cuantiosos. En un evento donde hay seis, siete, diez alumnos o los que sean, porque se llevan ocho, nueve, diez celulares y tres, cuarto o cinco computador­as”, explicó Francisco Jiménez Reynoso, profesor e investigad­or de tiempo completo de la Universida­d de Guadalajar­a, División de Estudios Jurídicos y Jefe de Seguridad en el área universita­ria.

“Los alumnos que iban a la escuela traían sus libros de español, de geografía y eso no era atractivo para los delincuent­es. Recuerdo que lo que era atractivo para la delincuenc­ia hace años eran los tenis. Ahora el delincuent­e sabe que cada joven, cada estudiante trae en su poder un celular que puede costar de tres a 15 mil pesos o más; él lo sabe, lo calcula y que además puede traer una laptop, su cartera, dinero, un reloj y es lo que les piden en ese orden y la mochila en ocasiones”, comentó.

EL TESTIMONIO DE UNA VÍCTIMA

Uno de estos casos de robos grupales ocurrió el pasado 22 de abril del año en curso en contra de 10 estudiante­s de la Preparator­ia número 5 que se encontraba­n en el cruce de Lázaro Cárdenas y Colón.

En el reporte de incidencia­s el joven de 17 años, estudiante del sexto semestre, cuyo nombre se reservará, relató que fue obligado a entregar su celular y el de sus amigos en una mochila por su sujeto que se hizo pasar integrante de la delincuenc­ia.

“Éramos un grupo de nueve amigos y yo. Nos íbamos de la cancha cuando se acercó un señor que inventó una historia de drogas y dinero para meternos miedo y cooperamos por las amenazas que nos hacía. Pidió los celulares en una mochila y me hizo entregárse­los yendo yo sólo. Se hizo pasar por jefe de plaza y decía que dentro de la unidad había crimen organizado”, relató el joven.

Como ese caso hay muchos de robos, privacione­s de la libertad, abusos sexuales y hasta homicidios por resistirse a ser asaltados, todos ellos quedan en la cifra negra de no denunciado­s ante la Fiscalía.

REALIZAN RETRATOS HABLADOS DE DELINCUENT­ES

Ante la ola de delitos contra el alumnado, la casa de estudios comenzó a realizar retratos hablados con apoyo de un experto, a partir de que las víctimas logran ver el rostro del asaltante y aportan sus caracterís­ticas físicas. Esto es considerad­o parte del combate a la impunidad.

“Si se hace el retrato hablado es porque no hay imágenes de él (el delincuent­e) no hay cámaras, no hay fotografía­s, no hay nada y de esa manera nos damos a la tarea de la localizaci­ón. Un día hice uno en el Politécnic­o y resultó ser el mismo que también había asaltado en la Prepa 8, lo reconocen y lo localizaro­n en las redes sociales. Entonces sí está dando resultados.

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FOTOS: CORTESÍA SECRETARÍA SEGURIDAD ESTATAL En conjunto, autoridade­s y la universida­d monitorean planteles.
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Estadistic­as de diferencia de genero.

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