“Abrazos no balazos”: Es insuficiente contra la violencia registrada
Sorprendió a muchos la declaración reciente del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador en el sentido de que “cuidamos a los elementos de las Fuerzas Armadas, de la Defensa, de la Guardia Nacional, pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos.”
La sorpresa airada de muchos procede de tomar una declaratoria presidencial como una frase aislada, fuera del contexto de la politica de lucha de este gobierno contra la violencia, de una lucha pacífica provida, a diferencia de otras administraciones que enfrentaron la violencia con violencia, y que de nada sirvió.
En efecto, heredamos un país con cifras sin precedentes de violencia y delincuencia bajo cualquier ángulo que se le mire.
En estos 4 años hemos aprendido que algunos indicadores son más resilientes que otros, como lo es el homicidio doloso, que apenas recientemente ha empezado a disminuir con una política explícita de evitar confrontaciones que cuestan vidas humanas tanto de nuestro ejército como de los malosos. Lo que el presidente ha también manifestado es su frustración en el lento progreso de lo que es a todas luces una condición necesaria para que su política de”abrazos no balazos” sea realmente efectiva: la impartición de justicia, cuya corrupción ha resultado ser más resiliente que la violencia misma.
El caso de Estados Unidos donde se vivieron niveles de violencia similares en los 60´s debería ser una enseñanza para nosotros, donde el vuelco de prioridades del FBI hacia su lucha contra la violencia derivada de los cárteles imperantes fue efectiva y exitosa solamente hasta que a nivel central, federal, se establecieron 14 grupos enfocados a que se hiciera justicia contra el crimen organizado, sin confrontaciones violentas, fortaleciendo los sistemas de justicia estatales desde el nivel federal.
Eso es lo que no hemos podido hacer en México.
Nuestra violencia, que ha probado ser un cancer de inseguridad generalizada para la ciudadanía, a través de la extensión del negocio de drogas a otros negocios ilicitos como el nefasto derecho de piso, trata de infantes y adolecentes, pornografía, etc., tal como en los Estados Unidos de los 60´s, solo podrá ser combatido con un decisivo golpe de timón del Legislativo Federal poniendo orden en los legislativos estatales cooptados por el crimen organizado.