Mostrar su amor merecía castigo
Antes de la actual administración, es decir hasta finales de 2018, las parejas del mismo sexo vivían reprimidas en los penales de la entidad. Darse un beso en la mejilla podía tener castigo de hasta cuatro días de aislamiento. Desde hace tres años, la situación cambió al validar los derechos humanos de la población penitenciaria
Cindy y Natalia tienen año y medio de relación. Se conocieron en el Reclusorio Femenil de Puente Grande. Ambas viven en pareja dentro de ese centro de Reinserción Social. Antes de la actual administración, es decir hasta finales de 2018, las parejas del mismo sexo vivían reprimidas en los penales de la entidad. Darse un beso en la mejilla podía tener un castigo de hasta cuatro días de aislamiento. Desde hace tres años, la situación cambió totalmente al validar los derechos humanos de toda la población penitenciaria.
Fue entonces que se tuvo mayor apertura a la homosexualidad y pudieron abiertamente exponer sus preferencias sexuales, incluso hasta tener pareja y casarse en el interior del penal.
En entrevista con EL OCCIDENTAL, Cindy quien tiene 10 años privada de la libertad y Natalia (Nati), quien fue cambiada de reclusorio por un acto de discriminación debido a sus preferencias sexuales, platicaron cómo se dio su relación al ser parte de la población penitenciaria del penal femenil de Puente Grande y cómo es la apertura por parte de las autoridades carcelarias.
¿CÓMO FUE SU ACERCAMIENTO ?
(Nati) “Yo contesto porque a ella se le olvida. Como que no se acuerda de lo atractivo que había. Yo era mesera de la terraza y ella (Cindy) tenía su puesto de café. Yo llegaba y le ofrecía de comer diario y me decía 'no gracias'. Le abrí cuenta en la terraza. La empezaba a atender, la veía comer sola, le sacaba plática.
Yo tenía un problema anterior con una expareja aquí en la penal y ella de buena manera me aconsejaba. Empecé a conocerla y decía 'si ella fuera mi pareja no tendría ese problema'. Pido mi cambio para irme a vivir a su cuarto. Me le declaré un 14 de febrero y me decía que no”.
¿CONOCÍAN SUS PREFERENCIAS?
Estaba enterada por lo que se rumoraba aquí. Ya sabíamos, yo soy gay de toda la vida. Ella conocía a la persona con la que yo tenía una relación sentimental”.
¿SUS FAMILIAS CÓMO REACCIONARON?
(Nati) “Mi familia siempre me ha dicho que lo mejor que me ha podido pasar en la vida es conocer a Cindy”.
(Cindy) “No hay ningún problema, su familia me ven. Sé que tengo un buen acercamiento con su familia. De parte de conmigo mi mamá la quiere mucho, la defiende, está al tanto. Cuando vienen no vienen a ver a una sino a las dos”.
¿SUS PROCESOS CÓMO VAN?
Cindy) “Es el tema por el que yo no le decía que si. El asunto de los procesos es más que nada el delito que a veces suele ser más de alto impacto que ocasiona que uno sea más consciente de que no te vas a ir pronto. Entonces el saber que yo ya tengo aquí diez años ocasiona que no sepa cuándo me voy a ir. Son diez años en que no tengo sentencia, no sé cuánto tiempo más vaya a estar aquí.
Ella (Natalia) está por irse a finales de este mes (junio), hasta en eso no coincidimos porque ella dice 'no me quieres como yo' pero es más que nada porque el desapego lo he manejado más tiempo, pero claro que sí la extrañaré y mucho. Yo lo que quiero es que ella empiece hacer sus cosas haya a fuera de la manera normal, tiene que retomar su vida. No es fácil pero yo aquí voy a estar apoyándola”.
¿CÓMO LLEVAN SU RELACIÓN?
(Cindy) “Son un poco complicadas por ese hecho de que compartimos todo el tiempo juntas. Pero depende de llevar las cosas un poco más tranquilas. Es esa línea de respeto que hace que las cosas funcionen y transciendan aquí. Nosotras vivimos juntos un cuarto que anteriormente era igualitario, a qué me refiero, a que era un cuarto de pareja pero a estas alturas las parejas se van. Si la mayoría de las personas que vive con nosotras son gay pero hay dos que son heterosexuales pero nos respetan. Son esos lugares que nosotros vamos, lo compartimos y no estamos faltando el respeto a una zona donde las demás personas descansan”.
¿YA HABÍAS VIVIDO ESTA APERTURA O APENAS SE DIÓ?
(Cindy) Fue súper complicadísisimo. Cuando yo llegué no podías agarrar de la mano a tu pareja porque era directamente un castigo o una sanción porque no estabas respetando lo que las personas heterosexuales no compartían. Tú no podías pasar mucho tiempo con la otra persona porque entonces te separaban.
Un beso era lo peor, no podías darle un beso ni en la mejilla a la otra persona porque ya estabas en zona de castigo porque no estaba permitido. Eso fue en el 2012 y hasta que llegó Antonio Pérez Juárez (en esta administración) hubo cuartos igualitarios que puedes compartir con tu pareja. Ahora, incluso, hasta podemos decir que tenemos visita íntima.
(Nati) “Yo vengo del Ceinjure por un acto de discriminación. Me hice una novia y me sacan de la celda y me segregan cuatro días”.
“Te separaban en dos cuartos individuales. Tu pareja estaba en otro. Era aislamiento total”
“Dependíamos de la sanción y de la acción. Agarrada de mano eran tres días. Un beso, una semana”.