Movilidad para Zapopan
La movilidad en ZMG es una asignatura pendiente en los diseños de vialidades, seguridad y sustentabilidad. A pesar del gasto que se hace, la vaga idea de “conexión amigable” con el medio ambiente y la totalidad de la población, impiden ver verdaderas áreas de oportunidad existentes. Quizás con toda intencionalidad –por intereses políticos, empresariales y hasta personales- el debate se centra en la Av. Adolfo López Mateos, al sur de Guadalajara conectada con Tlajomulco, para cuyo desahogo se han habilitado ya varias vías alternas.
Sin embargo, el verdadero colapso que parece invisible a la vista de quienes toman decisiones se encuentra al norte de Zapopan, concretamente en el corredor Nuevo México-Tesistán-Valle de Los Molinos, espacio conurbado con un acelerado crecimiento en espacios habitacionales y, obvio, en población y demanda de servicios básicos.
Ese crecimiento, desigual con servicios de movilidad de otras zonas, pues, salvo la línea 3 del Tren Ligero cuya demanda se centra en la zona del Periférico y Arcos de Zapopan, se rompe la conectividad, sustentabilidad y calidad de vida para usuarios que tienen como destino Jardines de Nuevo México, Tesistán (hasta Santa Lucía y Nextipac) y Carretera a Colotlán, que conduce a importantes centros urbanos, destacando Los Molinos, Valle de los Molinos y La Magdalena.
Esta desigualdad afecta a más de 200 mil personas que utilizan transporte público/privado y a pesar del uso de bicicletas y otros transportes no motorizados, no existen tramos de infraestructura para ello, sin olvidar la pesada convivencia con el transporte de carga habitual, sumada a la ya de por sí crítica situación de desigualdad social en el municipio más desigual de Jalisco.
Los cuellos de botella, el hacinamiento en transporte público a toda hora (y en hora pico, un abarrotamiento sumamente estresante para los usuarios) y falta de atención a infraestructura regular (pavimentación, alcantarillado, alumbrado público, arbolado, etc.) chocan con el concepto de “Movilidad Integral” cantada por autoridades estatales y municipales. No hay coherencia entre conexión integral, sustentabilidad, sostenibilidad y, sobre todo, humanismo.
Volteemos a ver la situación en su conjunto, más allá de promesas electorales o programas de relumbrón.