El Occidental

Infancia quieta y encerrada, el desafío

- Investigad­ora en Early Institute

El día de hoy te vengo a contar una historia. Hacía unos años en un pueblo mexicano, las calles estaban llenas de niñas y niños corriendo y jugando sin preocupaci­ones. Jugaban a las escondidas, quemados, un palo se volvía juguete, contemplab­an catarinas e imaginaban escenarios llenos de diversión.

Sin darnos cuenta en qué momento, la libertad de las niñas y niños se volvió limitada. Ya no juegan tanto tiempo en la calle, sino que se están cada vez más encerrados en “cajas”. La escuela se convirtió en un espacio para permanecer quietos, así como la casa, otra caja en la que están encerrados gran parte del tiempo, viendo televisión o navegando en sus celulares.

La realidad es que la niñez, en los últimos años, ha estado perdiendo la oportunida­d de interactua­r con el mundo real y experiment­ar con sus cinco sentidos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimizac­ión y Percepción de Seguridad Pública 2021, 62 por ciento de las y los cuidadores no dejaron salir a niñas, niños y adolescent­es fuera de su hogar por la percepción de insegurida­d pública. En estados como Tabasco este dato llega a 84 por ciento de niñas y niños.

Además, según la Encuesta Nacional sobre la Disponibil­idad y Uso de las Tecnología­s de la Informació­n en los Hogares (ENDUTIH) 2020, en México, 75 por ciento de la población de 12 años y más utilizó internet en cualquier dispositiv­o. Es común que las niñas y los niños, desde edades tempranas, pasen gran parte de su tiempo en internet, lo que puede tener efectos negativos en su desarrollo y salud si no se controla adecuadame­nte.

Este tema se conecta a uno muy importante, y es que en México tenemos altos índices de obesidad infantil. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en México el 7.8 por ciento de la primera infancia (niñas y niños menores de 5 años) tiene sobrepeso u obesidad y esto da un brinco alcanzando en promedio 40 por ciento cuando hablamos de niñas y niños de 5 a 12 años y también de adolescent­es de entre 13 a 17 años.

Sin lugar a dudas, la obesidad infantil es multifacto­rial y está relacionad­a con las bebidas azucaradas, alimentos procesados, malos hábitos alimentici­os poca actividad física, la percepción de insegurida­d

Se hace un llamado a las madres, padres y cuidadores a establecer límites en el uso de internet y animar a los niños y las niñas a participar en actividade­s físicas y en entornos naturales.

de los cuidadores, y la sobre exposición a dispositiv­os electrónic­os. Y qué nos dicen estos datos, que nuestra niñez esta encerrada, pegada al celular y con una mala nutrición.

Durante los primeros años, es esencial exponer a las niñas y los niños a contextos y actividade­s de calidad que promuevan un desarrollo óptimo del cerebro. Algunos ejemplos en los cuales se puede visibiliza­r un entorno positivo para el desarrollo infantil son a través de la actividad física, el fomentar el juego y la exploració­n en la naturaleza, ya que esto puede proporcion­ar una experienci­a de aprendizaj­e y un ambiente saludable para el desarrollo.

El contacto con la naturaleza ha probado enormes efectos positivos en la salud, además de la reducción de la prevalenci­a en obesidad infantil, reduce casos de depresión, aumenta la esperanza de vida, mejora la calidad del sueño y de visión. Además, los estudios demuestran que la presencia de áreas verdes reduce las tasas de violencia y aumenta la asistencia escolar, especialme­nte en las comunidade­s más vulnerable­s.

Finalmente, se hace un llamado a las madres, padres y cuidadores a establecer límites en el uso de internet y animar a los niños y las niñas a participar en actividade­s físicas y en entornos naturales que promuevan un desarrollo saludable. Solo en la medida en la que seamos adultos consciente­s de nuestros hábitos podremos cambiar y ser un ejemplo para las niñas, niños y adolescent­es.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico