Una tragicomedia llamada: migracion
Han pasado los días tras la tragedia en un centro de detención en Ciudad Juárez con 39 migrantes muertos y 28 heridas graves, en cualquier momento el número de víctimas mortales puede aumentar y hasta el momento no hemos visto más que las críticas, omisiones y una muy manoseada política de proteccionismo entre partidos y personajes que no han llevado a lo más importante: Hacer que México tenga una política migratoria.
Si, leyó usted bien, tenemos un instituto nacional de migración, pero no existe en el país una verdadera política al respecto, a diferencia de Estados Unidos, por ejemplo, que ser indocumentado es un delito, en México, por ejemplo, bajo qué ley o reglamento se detiene y confina a una persona de origen extranjero en el libre paso por el territorio nacional.
Peor aún, no he visto con antelación un informe de la Comisión estatal de Derechos humanos de Chihuahua por ejemplo (sin hablar de otros puntos de cruce) generando recomendaciones sobre las condiciones que guardan estos centros de detención, que por cierto, usan las mismas cobijas que, para estos efectos se usan en el vecino país; tampoco vimos con antelación a la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos emitiendo recomendaciones al ejército, la guardia nacional o a los propios oficiales de migración bajo el trato que han tenido y han sido evidenciados en videos, testimonios y notas periodísticas por ejemplo en el trato a los migrantes, la respuesta es sencilla, en esta administración, la CNDH se convirtió en una oficina más del gobierno federal.
En México la narrativa sobre este lamentable hecho se centra en deslindar a quien le toca el tema migratorio, si a la Secretaria de Gobernación o la Secretaria de Relaciones exteriores, donde ambos titulares son “corcholatas” del presidente a la carrera del 2024, esto hace evidente que desde el Gobierno Federal y no de hoy, sino parece, desde siempre no ha quedado claro y eso hace más grave las omisiones de las violaciones a los derechos humanos en este sentido; más aún cuando luego de la tragedia se descubre que una agencia de seguridad privada presuntamente ligada al cónsul de Nicaragua operaba bajo una concesión en al menos 23 estados y de la cual se ha guardado silencio, no se contesta a este hecho, como si también se buscara proteger o sacar de la agenda este ingrediente en uno de los casos más graves de los que se tiene memoria en el Pais.
Hay implicados, detenidos por el hecho, todos de menor rango, no hay secretarios bajo la lupa, al menos en el discurso que sugiere la renuncia del titular del INM para ponerlo en un perfil bajo y aprovechar las redes sociales para confundir o adoctrinar sobre que el tema de la responsabilidad está en las autoridades de Chihuahua y deslindar al federal, cuando el inmueble donde ocurrió el incendio y los decesos opera bajo la custodia de un inmueble que ostenta el escudo nacional y la imagen del gobierno de México.
El hecho, es que no tenemos una política migratoria y si analizamos los hechos, estamos respondiendo como país a los acuerdos – o mandamientos – de Estados Unidos y que estamos reteniendo y conteniendo a los migrantes a cambio de evitar aranceles, estamos frente a un tema donde importan más los intereses políticos que la vida de las personas.
No hemos aprendido aun lo que esta tragedia nos ha dejado, no hemos entendido para nada que lo que sigue será peor porque no hay un ápice de confianza de que cambie en materia de investigaciones y castigos, a menos que el presidente de México aproveche este momento para que la justicia que pedía con los responsables de la guardería ABC, o los 43 de Ayotzinapa cuando era oposición, y la oportunidad tocaría altas esferas, y eso realmente daría un paso a lo que tanto criticaba. ¿Quién de los diputados o senadores siquiera han impulsado una revisión a los lineamientos del migrante en México?, insisto de que se le acusa a un individuo que cruza por un país para llegar a otro, muchas veces con una identificación en sus manos y al cual no puedes encarcelar por el delito de no tener “identidad”; el presidente recordemos, permitió la construcción de un cerco con elementos de la Guardia Nacional en el sur del País.