El Occidental

Es brigadista por tradición familiar

Heredó esta actividad por su abuelo que por muchos años arriesgó su vida en el combate de incendios

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La temporada de estiaje cada año pone en j aque a c ombatiente­s quienes en cada incendio forestal arr iesgan su v ida al luchar contra el fuego que consume los bosques y cerr os. Para muchos e sa labor es su pasión, tal es el caso del combatient­e Miguel Ángel Mora Ramírez quien pertenece a la División de Incendios Forestales de la Coordin ación Munic ipal de Pr otección Civil y Bomber os de Zapopan.

Mora Ramírez ingresó en 1998, es decir hace 25 años a e sa c orporación c omo combatient­e porque de sde pequeño le apasionaba esa actividad.

Él heredó el gust o por e sa activ idad desde su abuelo, quien durante años también arriesgó su vida para que el fuego no consumiera a la n aturaleza.

Su p adre L ucio Mor a R obles siguió con la tr adición de ser c ombatiente­s y después tanto tiempo Miguel Ángel como sus hermanos Lucio y Gerardo Mora Ramírez, quiene s c ontinuaron c on e sa herencia de sde la Comisión N acional

Forestal. Ellos son la tercera generación de combatient­es forestales.

"Me gust a de sde la gener ación de mi abuelo. Ahorita mi p adre, mis hermanos, primos y tíos. Prácticame­nte toda la familia e stamos en e sto. Me gust ó de sde que los veía que se iban a los incendios. De chico iba de v oluntario".

Considera que es una gran satisfacci­ón el poder apagar incendios y evitar que lleguen hasta las zonas de arbolado."Es muy bonito combatir incendios. Da mucha satisfacci­ón, me gust a", dij o tajante Miguel Ángel Mora Ramírez.

TAMBIÉN HEREDARÁ ESA ACTIVIDAD

Actualment­e tiene dos hij os: un niño y una niñ a. Su hij o de 12 años ya mue stra interés en poder ser como su padre y salir a dar la batalla contra el fuego. "Quiere ser de grande también forestal. Yo le digo que sí, que nomás tenga la edad y ya él sabrá si quiera", dijo entre r isas.

SALE CON LA BENDICIÓN DE SUS HIJOS

Cada que sale a tr abajar sus hij os le dan la bendición para que regrese con bien a casa y poderlo abrazar a su llegada. "Me dicen ya te vas papi a la lumbre. Cuando ven que me estoy poniendo el uniforme ellos ya saben que voy a salir a tr abajar. Ya saben que a vece s no llegamos hasta otro día. Nomás me dicen ' Papi, que te cuide Diosito".

SENTÍA QUE NO S ALDRÍA VIVO

Su guardia e s de ocho hor as por 48 de descanso. Al llegar se dividen a las bases establecid­as. Ya sea a la de la zona Norte, de Zapopan o a la de La Primavera. En ambas hay c onstante activ idad de incendios por lo que al registrars­e uno se deben de splazar lo más pr onto posible para evitar que el fuego avance y consuma ar bolado. Con ellos llevan un a mochila en la que llevan botellas de suero y agua para hidratarse.

Ya en el lug ar que se quema se activ a un pr otocolo p ara inic iar las labore s de control del fuego. El proceso para atacar es dictado por los altos mandos de la Coordinaci­ón de Protección Civil y Bomberos de Zapopan. "N os dicen qué áre a ag arrar y nosotros allá arr iba nos enc argamos de dirigirnos entre las br igadas para ver qué vamos a ag arrar y c ontrolarlo".

Considera que los incendios forestales más grandes que le han tocado han sido en el Bosque de la Primavera en los años 1995, 2005 y el de e ste 8 de abr il. "El más fuerte fue el del 2005 en La Primavera. Fue el que inició en Río Salado y terminó ac á en las Cruc itas, en L ópez Mateos. Pensaba que era muy peligroso.

Cuando termina el estiaje el 15 de j unio, los 65 inte grantes de la División de Incendios F orestales se dedic an a la ref orestación

No lo podíamos p arar hast a que lle gamos a la altern ativa de ag arrarlo aquí arriba, en Las Crucitas".

Fue ahí en donde pensó que podía perder la vida por la intensidad del fuego y que no volvería a ver a su familia.

"Se nos salió de control una parte y nos encerró, pero estaba una brecha ahí y f ue lo que nos ayudó de que no sucediera algo peor. Dije 'a lo mej or ya no ve o a la familia, a los p adres. En e se entonces todavía no tenía a mis hij os".

En otra ocasión resultó con heridas por quemaduras a causa de las llamas, sin embargo estas no pusieron en riesgo su vida.

Pese a e sas situac iones de r iesgo Miguel Ángel nunca a pensado en abandonar el trabajo que tanto le gusta. "Me gusta. Me iré hasta que termine mi periodo de la edad. Eso es a los 60 y a los 30 de servicio". Tras extinguir el fuego la mejor parte es la c onvivencia c on sus c ompañeros combatient­es quiene s comparten v ivencias y c onocimient­os per o siempre ser á una satisfacci­ón poder liquidar el f uego.

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FOTOS: ELIZABETH IBAL Extinguir el fuego y s alir con vida su responsabi­lidad.
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Miguel Angel Mora Ramírez combatient­e.
 ?? ?? Se prepara con lo requerido para apagar incendios.
Se prepara con lo requerido para apagar incendios.
 ?? ?? Sale con la bendición de su f amilia.
Sale con la bendición de su f amilia.

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