Deja emotivo testimonio de su existencia
Reúne los diarios que Álvaro Uribe escribió entre 2008 y 2022, editado por su esposa, Tedi López Mills
En 14 años, Álvaro Uribe tuvo cáncer tres veces. Entre 2008 y 2009, “tan pronto recibió el primer diagnóstico, comenzó a escribir”, recuerda su compañera, Tedi López Mills, quien editó el libro Tríptico del cangrejo, que el sello Alfaguara publica a un año de la muerte del escritor.
La pareja decidió editar los diarios que escribió durante sus tres procesos de tratamiento, casi al final de los días de Uribe. “Después de la conversación que tuvimos en el hospital el 23 de febrero (de 2022) cuando el doctor me dijo que ‘teníamos que platicar’, lo cual entendí como que se acercaba un momento definitivo, Álvaro me dijo ‘quiero que se publiquen los tres diarios’, y me dio el título”, relata la escritora. Él murió el 2 de marzo de 2022.
De los diarios, el primero y el tercero son inéditos; el segundo forma parte de la novela Los que no, “el tercero lo transcribí después de la muerte de Álvaro”, dice Tedi, acerca de las últimas líneas que el escritor anotó en un cuaderno de ella, pues “no quiso llevar el suyo al hospital por temor a perderlo”.
De acuerdo con su viuda, Álvaro Uribe decidió llevar un registro, porque debido a la enfermedad, tuvo que postergar la escritura de una novela y su ejercicio literario sería el diario, que luego se convirtió en tres bitácoras que fueron también su ancla. “Era fundamental para él, no solamente como un acto literario, sino como una forma de agarrarse de algo, de llevar constancia, que pudiera incluso leer al día siguiente lo que le había sucedido el día anterior”.
López Mills, quien lo describe como “un libro extrañamente optimista” (y sí, lo es, a pesar de la crudeza de algunas imágenes, es sobre todo un testimonio de vida, de lecturas, reuniones con amigos, la intimidad más profunda con su compañera), advierte que el tercer diario fue escrito con rigor, de lunes a viernes, una hora cada día. “Interrumpió una novela para dedicarse de lleno a salvarse, al tratamiento, y la parte literaria de su vida fue el registro de lo que estaba pasando”.
Tras destacar cómo ante la enfermedad, igual que en su vida cotidiana, “era ejemplar su paciencia, su bonhomía, su sentido del humor, la templanza, tenía enormes virtudes morales para enfrentarse a circunstancias adversas, las tuvo hasta el final. En la medida de lo posible, tuvo un absoluto control de lo que le estaba ocurriendo”, Tedi asegura que su compañero “hizo todo lo que pudo hacer para seguir vivo”.
A pesar de que la enfermedad se fue agravando con el tiempo, Uribe nunca se adelantó a los hechos. “Yo creo eso es una gran lección, si uno está en una situación muy difícil, no hay que adelantarse, hay que atenerse a lo que está ocurriendo en ese momento, para no entrar en un estado de pánico. El miedo obviamente estaba ahí, pero también estaba la escritura, la lectura, la amistad, el placer”.
En su tercer proceso de cáncer, la pandemia lo aisló aún más, y ese sentimiento está descrito en su diario. “Las semanas posteriores a la muerte de Álvaro me puse como tarea transcribirlo, no lo había leído, salvo la última parte, que escribió en mi cuaderno. Hay una gran continuidad, está sumamente bien escrito, no hubo correcciones, no cambié absolutamente nada, a la primera Álvaro escribía así de bien, con muy pocos tachones”.
Durante el último año, Tedi López Mills se dedicó también a escribir una serie de elegías para Uribe que publicará próximamente. “Estoy trabajando mucho, haciendo todo para poder aguantar la ausencia. Ambos tuvimos la bendición de la escritura y sobre todo la lectura, pondría incluso primero la lectura. Leer es estar con la cabeza en otro lugar”, finaliza.
TEDI LÓPEZ MILLS ESCRITORA
Álvaro Uribe cumpliría 70 años el 26 de mayo; el domingo 21 a las 12:00 se le rendirá homenaje en la Sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes