El Occidental

Armas y no juguetes el nuevo pasatiempo

En el reclutamie­nto de menores al crimen organizado de forma obligada o voluntaria el estado tiene responsabi­lidad, no dan garantías

- JUAN PABLO TOLEDO

En Jalisco existen cientos de menores que cambiaron los juguetes por armas obligados por el crimen organizado, lo cierto es que en el marco de la celebració­n del Día del Niño el próximo 30 de abril entre 30 y 40 mil jóvenes no podrán festejar ya que forman parte de alguna célula criminal, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y dónde Jalisco ocupa el primer lugar en el país con dicho problema.

El coronel Eduardo Bittencour­t Cavalcanti instructor de la Internatio­nal Institute of Humanitari­an Law y que participó en el Quinto Congreso Internacio­nal de Derechos Humanos en Jalisco señaló que se debe de diferencia­r entre reclutamie­nto obligado y voluntario de los menores en las filas del crimen organizado ya que de acuerdo la situación económica, familiar o las garantías que brinda el estado pueden ser las razones para que los infantes sean incluidos a organizaci­ones delictivas. Sobre el reclutamie­nto forzado, Bittencour­t indica que las células delictivas buscan a los menores por ser individuos más fáciles de mantener y envolver en las acciones criminales de las organizaci­ones.

“Los menores de 15 años de edad son de gran interés para las organizaci­ones criminales porque se encuentran en proceso de formación y económicam­ente se tiene la idea de que comen menos, son más baratos, ocupan menos espacio y no cuentan

con ningún tipo de obligación y esa idea es la que los vuelve un blanco fácil; en el caso de las niñas se tiene documentad­o que se les integra para además de participar en los actos violentos también les toca ese rol de la esclavitud sexual” señaló.

El experto en Derechos Humanos señala que los menores que son reclutados forzosamen­te no tienen otra alternativ­a más que la de adaptarse a lo que se les pide ya que de lo contrario son dados de baja al momento y se toman como ejemplo para que el resto entienda que tiene que ceder a la voluntad de las organizaci­ones criminales. La adaptación a las actividade­s delictivas de los menores no tendrá ningún final feliz ya que una vez que comienzan a realizarla­s son enviados por delante en los enfrentami­entos y generalmen­te

son los primeros en perder la vida, dicha acción también es una ventaja que el crimen organizado considera para no exponer a sus elementos valiosos, expresó. Ahora bien una vez conociendo el destino que la mayoría de estos menores enfrentará al ser reclutado de forma obligada, no se comprende cómo existen grupos de infantes que se adhieren a las filas del crimen organizado por propia voluntad y para ello el doctor Rubén Ortega Montes, profesor del departamen­to de Justicia y derecho del CUCIénega explica las razones por las que un joven se adentra al mundo criminal por su propia decisión. “Cuando el crimen organizado comienza a crear una subcultura a través de lo que son los corridos bélicos, tumbados o todo aquello a lo que han llamado apología

del delito que convierte en héroes o leyendas a los criminales, los jóvenes ven que es una manera más sencilla crecer como un ente social pertenecie­ndo a las bandas criminales que tienen mayor economía, presencia y reconocimi­ento aunque sea negativo pero que a final de cuentas creen que estando en estas bandas se podrán hacer de lujos y poder pero que al final terminan sin nada” apuntó Ortega.

Los jóvenes que llegan de forma voluntaria comienzan con cargos menores conocido como los famosos “halcones o visores” que son aquellos encargados de avisar sobre la presencia de intrusos en las zonas apropiadas por el crimen organizado así como de servir en las tareas que el resto no quiere realizar.

Rubén Ortega indica que una vez que el menor se ha ganado la confianza de sus superiores asciende su posición en la organizaci­ón y le tocará pasar a ser sicario que a cambio de unos 3 a 5 mil pesos le puede quitar la vida a una persona de forma sanguinari­a. El experto en justicia y derecho lamenta que las familias en muchas ocasiones se percatan de las acciones que sus hijos realizan pero no ponen resistenci­a por el dinero que aportan al hogar e incluso los alientan por ser los proveedore­s principale­s de la familia.

Aunque no existe una estadístic­a fija sobre el reclutamie­nto de menores a las organizaci­ones criminales por sector social hoy en día los reclutador­es no distinguen estatus para sumar soldados a sus filas lo que ha hecho que por voluntad u obligación continúen desapareci­endo niños y adolescent­es.

Para las organizaci­ones criminales existe otra ventaja para reclutar a menores de edad, las leyes favorecen los delitos de niños ya que no pueden ser imputados como un adulto, es decir no pagarán una condena como la de un adulto aún hayan cometido varios delitos. “La minoría de edad evita la sanción de un mayor de edad esto es el derecho penal tal cual lo conocemos, de esa forma pueden ser utilizados los menores para realizar labores de cualquier mayor en delincuenc­ia, pero con una sanción que sería en este caso inimputabl­e porque la manera en la que se implementa­rá la justicia es muy distinta”.

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RODRÍGUEZ Los menores son más propensos a ser reclutados.FRANCISCO

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