Atrapados por la delincuencia
Mons. Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa presidió la fiesta en el Ecce Homo
ACÁMBARO, GTO.El obispo de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel Mendoza, señaló que pasamos por tiempos difìciles dada la inseguridad que existe en nuestro país; un país que estás atrapado por la delincuencia.
El pastor guerrerense, que en alguna época fuera párroco de la parroquia Nuestra Señora de Refugio en Acámbaro, habló asì durante su homilía en la misa solemne presidida por él y concelebrada por varios sacerdotes, en la festividad de la Parroquia Ecce Homo de esta ciudad.
Como cada año la iglesia lució repleta de feligreses, del cual acudieron a la fiesta en honor de esta advocacion de Cristo, el Ecce Homo. Como ya se señaló la solemne celebración Eucarística fue presidida por Monseñor Fr. Salvador Rangel Mendoza, O.F.M., Obispo de Chilpancingo Chilapa; así como concelebrando el párroco del Ecce Homo, Fray Sergio Durán Fuerte OFM; así como el párroco de Nuestra Señora del Refugio, Fray Javier Gordillo Arellano; y el Pbro. Ulises Vega Ambriz, Vicario Episcopal de la Zona VI San Juan Pablo II, de la Arquidiócesis de Morelia.
En la homilía en Obispo habló de los tiempos difíciles que pasamos por la inseguridad que vive el país, que está atrapado por la delincuencia, esto es principalmente por la causa de la falta de valores que ya no se inculcan en el seno de la familia, por lo tanto ahora ya cualquiera puede caer en las garras del pecado más fácilmente.
Mons. Salvador Rangel exhortó a la comunidad cristiana a que se acerquen a Dios, ya que a través de su palabra se podrá regresar al camino del bien y no se partícipe del pecado de este mundo tan torcido como se vive ahora. Destacó que muchos jóvenes ya no le temen a Dios; por eso se convierten en drogadictos o asesinos, ya no tiene respeto a los padres, que no fueron capaces de inculcarles un buen camino cristiano.
Aclaró que contrario a los señalamientos que algunos medios de comunicación hicieron en su momento tras el asesinato de un sacerdote de su diócesis, no está involucrado con gente del crimen organizado y dijo también que los sacerdotes asesinados en el estado de Guerrero tampoco estában involucrados con la delincuencia.
El pastor diocesano guerrerense se refería a los casos del padre Germain Muñiz García, originario de Apango y párroco de la iglesia de San Cristóbal, en el poblado minero de Mezcala así como el padre Iván Añorve Jaimes, de San Luis La Loma, municipio de Tecpan de Galeana y párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en el poblado de Las Vigas, municipio de San Marcos, en la región de Costa Chica, asesinados hace varios días.
Aclaró que “nosotros somos pastores que tenemos que ver a todos nuestros hermanos por igual y no distinguirlos por su clase social, color de piel o discapacidad. Ante los ojos de Dios todos son iguales y los sacerdotes son lo que tienen que velar por sus ovejas”, finalizó Mons. Rangel Mendoza.