El Sol de Bajío

Hoy es la fiesta del Padre Nieves, en Cañada

Los restos del beato descansan bajo el altar de la parroquia de la cual el fuera vicario en el año de 1921.

- EUGENIO AMÉZQUITA

CORTAZAR, GTO.- Hoy se cumplen 90 años del martiro del Padre Elías del Socorro Nieves. El primer beato del estado de la Diócesis de Celaya y que cuenta con miles y miles de devotos no sólamente en el estado sino fuera de la entidad federativa y tambien en el extranjero.

Los instantes de su martirio se ubican tres días antes. El 7 de marzo de 1928 llegó un regimiento de soldados al mando del capitán Manuel Márquez siguiendo a unos ladrones.

Buscando un sitio donde pasar la noche llegaron a la casa cural y al no poder entrar intentaron derribar la puerta, pero dos vecinos, Gregorio López y Nicolás Bernal, intentaron evitar que destruyera­n la puerta y fueron aprehendid­os en el acto.

En respuesta a esa injusta acción los vecinos empezaron un tiroteo que duró tres horas.

A la mañana siguiente López y Bernal fueron fusilados, al entrarse de tan terrible noticia el padre Nieves decidió recluirse en oración todo el día jueves. Esa noche la pasó en casa de los hermanos Sierra, en el rancho de San Pablo y celebró misa el viernes por la mañana.

Al medio día el padre Nieves salió a dar un paseo disfrazado como campesino con un amplio sombrero, pero se encontró con los militares al mando del mayor Leonardo Rodríguez quien se percató que por debajo del pantalón de manta salía las orillas del pantalón negro del sacerdote y entonces lo detuvo en el acto.

Entraron a casa de los hermanos Sierra buscando agua pero sorprendie­ron a los habitantes ocultando armas de fuego, y el mayor ordenó detener a José Dolores y Jesús Sierra.

De camino a Cañada de Caracheo los soldados iban montados a caballo y los tres detenidos caminando. Llegados a Cañada, un vecino de nombre Toribio Martínez, por atención al sacerdote les ofreció pasar la noche en su casa, a lo que los militares aceptaron.

El capitán Márquez entabló burlonamen­te una discusión sobre teología con el padre Nieves que se prolongó durante toda la noche.

El señor Toribio ofreció al capitán y al mayor la cantidad de 1,000 pesos por la libertad del padre Nieves.

El mayor estaba de acuerdo pero el capitán no, lo que terminó en una discusión violenta en la que don Toribio y el padre tuvieron que intervenir para calmar los ánimos.

El padre Nieves enterado de la situación dijo: “No, Toribio no conoce esa cantidad de dinero, ni yo puedo aceptar que nadie se comprometa por mí. De modo que no hay lugar a discusione­s. Que se haga la voluntad de Dios y nada más”. El mayor Rodríguez decidió partir esa noche dejándole toda la responsabi­lidad al capitán Márquez.

Al percatarse el padre Nieves de la discusión entre ambos militares, se acercó a los hermanos Sierra para decirles que huyeran debido a que ellos le harían falta a sus familia, pero estos se negaron alegando que si ellos hacían falta a sus familias, más falta hacía el que era el padre espiritual de tantas familias.

A las diez de la mañana del 10 de marzo de 1928 el contingent­e militar emprendió la retirada y una hora más tarde en la hacienda de Las Fuentes se ordenó el fusilamien­to de los hermanos Sierra. José Dolores cayó muerto de un infarto antes de ser fusilado y Jesús murió abatido por las balas mientras con sus últimas palabras clamaba “¡Viva Cristo Rey!”, aunque a ambos se les dio el tiro de gracia.

El padre Nieves pidió ser fusilado en otro sitio y fue llevado a tres kilómetros donde había un árbol de mezquite y un poste de teléfono. El agustino se arrodilló a hacer oración y le dijo al militar: “Capitán, estoy listo para morir por mi religión”.

El capitán le preguntó la hora al sacerdote y este le respondió que faltaban cinco minutos para las tres de la tarde e inmediatam­ente le obsequió su reloj al capitán y sus demás pertenenci­as a los otros soldados.

El hijo de San Agustín le pidió a sus captores que se arrodillar­an para recibir la bendición, lo que inmediatam­ente hicieron los soldados, pero el capitán algo molesto sacó su pistola y le dijo: “Yo no necesito bendicione­s de curitas, a mí me basta mi pistola”, y en el acto disparó al padre Nieves.

Al caer al suelo el sacerdote logró exclamar: “Dios te perdone, hijo mío. ¡Viva Cristo Rey!”. El capitán Márquez se acercó y le dio el tiro de gracia, para después partir hacia el pueblo de Cortazar.

Una mujer que presenció el martirio escondida en unos matorrales se acercó a tratar de auxiliar al sacerdote y pudo escuchar que con sus últimas palabras dijo: “hombres de poca fe”, luego de esto la mujer fue a darle aviso a los demás vecinos.

Un pastor que también presenció el acto vio que un tozo del cráneo de había desprendid­o, lo devolvió a su lugar y envolvió la cabeza del padre Nieves para evitar que se volviera a desprender pero todo fue inútil, el sacerdote ya había expirado.

Al llegar los vecinos recogieron el cuerpo del padre Nieves y el de los hermanos Sierra y los llevaron para ser velados y los tres fueron sepultados en el panteón de la localidad al día siguiente.

En 1936 los restos del padre Nieves y los hermanos Sierra fueron trasladado­s a la iglesia de la Virgen de los Dolores de la Cañada de Caracheo.

Fray Elías del Socorro Nieves, conocido cariñosame­nte como el padre Nieves fue beatificad­o por San Papa Juan Pablo II, el 12 de octubre de 1997.

En su pueblo natal, Yuriria, Guanajuato, anualmente el día 10 de marzo en recuerdo del martirio del padre Nieves se realiza la representa­ción de “la pasión del padre Nieves” y el santo entierro del padre Nieves, llevando una imagen del beato en un ataúd, revestido con los ornamentos litúrgicos, para después celebrar la misa en su honor.

ELÍAS NIEVES

BEATO GUANAJUATE­NSE

Ni yo puedo permitir que nadie se comprometa por mi. Que se haga la voluntad de Dios y nada más... Dios te perdone, hijo mío ¡Viva Cristo Rey!

 ??  ?? Cañada de Caracheo y Cortazar se vestirán de fiesta hoy, al recordarse 90 años del martirio del Padre Elías del Socorro Nieves./ Archivo.
Cañada de Caracheo y Cortazar se vestirán de fiesta hoy, al recordarse 90 años del martirio del Padre Elías del Socorro Nieves./ Archivo.
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 ??  ?? En una urna descansan las reliquias del Padre Nieves, bajo el altar de la Parroquia de Cañada./ Eugenio Amézquita Velasco
En una urna descansan las reliquias del Padre Nieves, bajo el altar de la Parroquia de Cañada./ Eugenio Amézquita Velasco

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