Su fe en la Virgen los une contra la violencia
Hace 10 años aproximadamente, el barrio de El Zapote vivió su etapa más violenta, generada por individuos ajenos al lugar, quienes cometieron asaltos, asesinatos y dejaron restos óseos en sus calles. La población al ver esta situación se encomendó a su patrona, la Santísima Virgen de la Asunción, quien escuchó sus plegarias y regresó la tranquilidad a sus fieles habitantes.
Luz María Ramírez, que ha vivido la transición de un siglo a otro y ha visto la evolución de la sociedad, manifestó que la festividad de la parroquia de la Asunción de María,
que se celebra el 15 de agosto en el barrio, desde sus inicios, ha sido la base de unidad, así como de los valores morales de su comunidad.
“A la mayoría de los residentes del barrio nos ha unido la fe católica, el amor a Dios y a nuestra patrona, la Asunción de María. Hace como 10 años si mal no recuerdo, tuvimos una situación terrible en cuanto a la delincuencia. Recuerdo que negocio que se instalaba, era el que robaban”.
“Nuestro barrio desde que tengo memoria, siempre ha sido muy pacífico, amigable, cortés, cooperativo, respetuoso, unido y con valores cristianos. Por desgracia, en esa etapa oscura, llegó gente de otras partes a cometer delitos terribles e inimaginables. Fue muy triste, pero afortunadamente, eso ya ha cambiado con la intercesión y la ayuda de nuestra santísima madre María”.
Refirió que desde la intercesión
de Dios, a través de la Virgen de la Asunción, volvieron a estar tranquilos e incluso a salir por la noche o simplemente a comprar víveres.
Por otro lado, expresó que en el lugar casi no tienen problemas con los baches o banquetas rotas, pero cuando los han llegado a tener, avisan a las autoridades y en caso de no responder a la queja, entre todos cooperan para comprar lo que se necesite, aunque no sea de la misma calidad, todo a fin de taparlo y solucionar el problema.
Asimismo, comentó que a pesar de existir jóvenes grafiteros, éstos han aprendido a respetar los espacios del barrio, platicando que “hace muchos años el padre Asunción los acogió e invitó a pintar un mural que habla sobre la tradición de la Virgen, mismo que está en el atrio del templo”.
Aseguró que la base para tener una buena convivencia entre vecinos y un barrio tranquilo, es mantener siempre la presencia de Dios en cada aspecto de la vida.