La risa es un asunto serio
Con varios años
de trabajo literario, la obra de Luis Eduardo Vázquez Gascón, escritor celayense, conocido como Lalo Vázquez, reúne una colección de poesías y cuentos. Sus versos tienen un fuerte contenido emocional mientras que la narrativa es trazada con gran comicidad. Existe en él una predisposición natural para trasformar cualquier situación en un relato chusco. Posee esa cualidad que le permite apropiarse del lado divertido de la vida y aprovecharla para el enriquecimiento de su escritura.
El humor en la literatura es una expresión humana que ha quedado plasmado en novelas, cuentos, leyendas y cualquier tipo de textos. Cada cultura tiene su propio sentido del humor. Las situaciones que hacen reír a un mexicano no son las mismas que divierten a un anglosajón; de igual forma hay diferencias generacionales y otras derivadas de la situación sociopolítica que rodea al lector. Se consideraba al humor, sobre todo por los teólogos de antaño, como frívolo y contrario a la virtud. En contraparte, en la actualidad es apreciado como un recurso sanador y liberador.
La obra de Lalo Vázquez contiene situaciones graciosas, juego de palabras, construcción de personajes traviesos y actitud subversiva. En la presente selección, los propios títulos invitan a la diversión, como es el caso de “Casi mi novia”, el cual sugiere una conquista amorosa a punto de alcanzarse. El título de “El mole verde” refiere a un platillo mexicano muy popular preparado en las festividades. El de “Los apodos” versa sobre el tema de los alias o sobrenombres. Es costumbre en el país la de bautizar a familiares y amigos con motes ingeniosos. Con la lectura de estos cuentos nos adentramos a un terreno interesante que pueden provocar desde una leve sonrisa hasta una estruendosa carcajada.
Lalo Vázquez también se desempeña como conductor en diversos eventos. Esta actividad le ha dado soltura en el escenario y buen manejo de la palabra y la improvisación. En su papel como anfitrión en los cafés literarios el Rincón de los duendes y el Tinto Café se ha convertido en promotor de escritores. En estos espacios da cabida a múltiples formas de expresión cultural en la ciudad de Celaya. Además, ameniza las tertulias con su otra pasión: la música, compartiendo canciones de su inspiración.
Para escribir se nutre de hechos cotidianos y los trasforma en una narrativa fluida y juguetona. La inspiración parece provenir de su diario personal o de la observación del entorno. Se puede afirmar que reírse de sí mismo es una forma inteligente de humor y en el caso del autor con frecuencia asume el protagonismo de sus relatos.
En cuanto a la característica de la cotidianidad en sus cuentos, podemos observar