Ralph Lauren, medio siglo del estilo americano
Camisas de franela, faldas y pantalones vaqueros, vestidos de terciopelo, abrigos de paño, estampados tribales, botas estilo vaquero, jerséis de punto, cazadoras de cuero, capas y sensuales vestidos que simulaban colchas de retales, son algunas de las prendas que definen el estilo de Polo Ralph Lauren.
Desde su nacimiento, en 1968, esta firma ha querido rendir tributo a las raíces americanas combinando prendas de trabajo, sastrería tradicional y piezas de aire deportivos.
Polo Ralph Lauren tiene identidad propia, respira libertad y sofisticación, una marca en la que son habituales los sombreros de cowboy, los gorros de lana, los chalecos acolchados combinados con corbatas, los bombines y las gorras gatsby.
Aunque su prenda mítica es el polo -una pieza atemporal de aire deportivo inspirada en la que llevaban los jugadores de polo- que le ha permitido construir un imperio que, al día de hoy, abandera el sueño americano.
La paleta cromática tiene mucho que ver en la narración de esta fabulosa historia de la moda. Los colores vibrantes y luminosos son el denominador común de todas sus colecciones, unas tonalidades y combinaciones de tono que son muy reconocidas.
Y se puso a ello. Tras estudiar diseño, en 1967, dio a conocer su marca “Polo” a través de la comercialización de corbatas.
Un año después, presentó al público sus diseños en esas prendas, coincidiendo con su ruptura con la casa textil Brooks Brothers en la que Ralph Lauren comenzó, con 24 años, como vendedor, sin ninguna experiencia en el sector textil.
De origen judío, Ralph Lauren se crió en el barrio neoyorquino del Bronx. Cuando era un niño alguien le pregunto qué quería ser de mayor, él contestó: “millonario”.