Buscan mexicanos mejorar diagnósticos
sanos”, indica el especialista. Una de las principales líneas de investigación del doctor Luna es el procesamiento de la proteína tau, la cual se altera cuando se presenta con el alzhéimer “y con otras enfermedades neurodegenerativas llamadas taupatías”, señala.
El doctor Luna explica que la enfermedad de Alzheimer tiene dos formas de aparición: una genética y otra esporádica.
La genética, argumenta, representa solo el 5 % de los casos de la enfermedad “y se asocia a un factor genético como mutaciones de las proteínas presenilina
El alzheimer 1, presenilina 2”. Agrega que el 95 % restante de los casos de Alzheimer se presenta de forma esporádica después de los 65 años de edad.
Sin embargo, asegura que desafortunadamente “no sabemos qué lo está originando; por eso es tan importante que podamos entender el proceso molecular y encontrar un marcador específico”.
Además, el coordinador del Banco de Cerebros indica que a través de las investigaciones realizadas desean crear un método de diagnóstico no invasivo para poder identificar tempranamente la enfermedad. Esto, dice, porque el proceso degenerativo empieza 20 años antes de que se desarrolle la enfermedad, pero no se puede detectar porque se necesita una cantidad considerable de neuronas que mueran en un área específica para que dé un síntoma clínico.
El especialista afirma que en la actualidad el Banco cuenta con 350 cerebros en custodia, un gran número en comparación con los 17 con los que inició en 1992, cuando estaba bajo la dirección del doctor Raúl Mena López.
“Fue una labor titánica debido a que obviamente estamos acostumbrados a escuchar la donación de órganos para trasplantes pero no la donación de órganos o tejidos o cerebro para investigación”, afirma.
El especialista apunta que cualquier persona puede ser donador, y “de hecho es muy importante que podamos tener cerebros de personas sin alteraciones neurodegenerativas”.
Para poder ser donador, la persona debe manifestar su voluntad al Banco de Cerebros y firmar una carta de intención con dos testigos. A su muerte, los familiares deben avisar para que se pueda dar acceso al Instituto Nacional de Neurología, donde se realiza la extracción del órgano, proceso que dura unos 90 minutos.
El doctor explica que el cuerpo es tratado con respeto y sin dañarlo en ningún momento del proceso.