México queda preocupado
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que encabeza Marcelo Ebrard, manifestó su preocupación por la norma para almacenar muestras de ADN de los inmigrantes indocumentados.
Además, reiteró el compromiso de asistencia y protección a sus connacionales en Estados Unidos. “La cancillería, mediante su embajada y red consular en ese país, se mantendrá atenta a la implementación de dichas políticas, con énfasis en el uso apropiado y el respeto a la privacidad de la información de ciudadanos mexicanos almacenada por las autoridades estadounidenses”, afirmó la SRE.
La medida provocó, también, preocupación entre grupos de apoyo a migrantes, que consideraron la medida atenta contra la protección de datos personales y equipara a los inmigrantes con delincuentes.
“Recolectar las huellas genéticas de personas migrantes en centros de detención no nos hace estar más seguros, lo que hace es que para el gobierno será más fácil atacar a la comunidad migrante”, dijo Naureen Shah, consejera de la ACLU.
La organización indicó que también facilita que “un día el gobierno llame a la puerta para pedir el ADN en base al mismo pretexto falaz de que un día una persona puede cometer un crimen”.
En el mismo sentido, Jorge Mario Cabrera, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles afirmó a
que la media sólo será un instrumento de vigilancia.
Además añadió que se trata de una medida electoral, ya que no ha podido cumplir sus promesas.