Servir y formar para el futuro
Un gobierno
que funcione, que sirva. Eso es lo que las y los mexicanos esperan y el Presupuesto de Egresos de la Federación es el instrumento que financia esa responsabilidad.
El problema en México es que el presupuesto está siendo usado como "instrumento electoral”. Eso no sirve, ni forma a nadie. La pobreza se combate generando empleos y los gobiernos no deben caer en la tentación de crear dependencia entre sus ciudadanos respecto al Estado. Al contrario, la misión debe ser formar a individuos que pongan sus capacidades al servicio de ellos mismos y de sus familias para poder desarrollarse y con esto reducir las desigualdades.
Hoy, los programas sociales son ya un derecho de las y los mexicanos. Eso hay que decirlo en voz alta, porque el gobierno federal lo vende como que “es un regalo del Presidente”. Y eso no es verdad. Es un apoyo directo de quienes sí pagamos impuestos, para ayudar a las familias menos favorecidas de nuestro país.
El gobierno federal es un “gobierno electoral”, por eso recorta todo y “direcciona” 500 mil millones de pesos anuales a sus programas sociales. Jóvenes reciben miles de pesos "sólo por ser jóvenes”, no como un incentivo para ir a la escuela y ser buenos estudiantes. Los están “formando” para estirar la mano.
Darle dinero a nuestra juventud, sin compromiso alguno, sin rendición de cuentas, pone en riesgo el futuro de México. Pone a toda una generación a los pies de los vicios y los ocios.
Regalar dinero a los jóvenes, mientras abandonan el campo, la educación y la ciencia, son errores que detienen el progreso de México.
Servir y formar debe ser la esencia de los gobiernos mexicanos. Servir sin distinción, sin etiquetas y sin rencores.
Formar con el ejemplo de un gobierno que respete, apoye y promueva, por igual, el progreso de los millones de familias guanajuatenses y mexicanas que formamos este gran país y somos millones quienes creemos que México es enorme. Soy Erandi Bermúdez y les escribo desde Guanajuato, nuestro Guanajuato Ganador.
Senador por Guanajuato
Además, se ha escuchado, entre muchas noticias últimamente, algunos casos de meningitis aséptica en mujeres operadas de cesárea, aunque después ésta dejó de ser una constante y se presentaron casos en otros procedimientos quirúrgicos.
La meningitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las capas que recubren el cerebro y la médula espinal llamadas meninges, y entre las cuales circula el líquido cefalorraquídeo
que nutre y protege al cerebro (a grandes rasgos, porque la fisiología del sistema nervioso es más compleja que el mismo universo).
Al parecer el agente causante de este brote que se detectó en Durango y trae de cabeza a las autoridades sanitarias es el Aspergillus fumigatus, un hongo que rara vez ataca a pacientes sanos, aunque todavía no existe nada concluyente porque ha habido mucha opacidad en las investigaciones.
Hasta el momento se contabilizan 51 casos de hospitales privados de Durango (no porque los hospitales públicos no tengan casos, pero es frecuente que el Sector Salud oculte cifras por diversos motivos. Ya había platicado anteriormente que a un servidor, la misma jefa delegacional de epidemiología del IMSS de Guanajuato, lo quería hacer ir a trabajar con un contagio por COVID 19).
Las autoridades de epidemiología del sector salud, comenzando por el Dr. Hugo López Gatell, han dejado mucho que desear y más cuentas que rendir.
Pero en las investigaciones hechas por los medios privados, hay dos constantes en este nuevo brote de meningitis aséptica: el uso de un medicamento anestésico llamado Bupivacaína pesada, de una marca y un lote que por el momento me reservo publicar hasta que la investigación concluya, y el segundo, que fue usado en una técnica llamada bloqueo subaracnideo.
Mi interés surgió, porque además de ser médico quirúrgico, mi esposa dio a luz por cesárea hace 30 días, e inmediatamente el miedo me obligó a leer todo sobre este caso, ya que ese lote de Bupivacaína pesada “sospechosa” fue distribuido en gran parte del país.
Regalar dinero a los jóvenes, mientras abandonan el campo, la educación y la ciencia, son errores que detienen el progreso