Eliminar violencia contra la mujer
Sin afán de ser repetitiva, dado que en colaboraciones anteriores he escrito al respecto, me parece un gesto de solidaridad, dedicar este espacio una vez más para escribir sobre la violencia de género.
El pasado 25 de noviembre se celebró este día a nivel internacional; de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas ONU, una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.
Este día es conmemorado con gran fuerza por diversos movimientos como #MeToo, en español Yo también, un movimiento que nació en el 2006 por Tarana Burke provocando una movilización mediante las redes sociales para hacer conciencia sobre la omnipresencia del abuso y la agresión sexual en la sociedad. Quien en su juventud fue una víctima más.
Otros movimientos en todo el mundo como #NiUnaMenos, #BalanceTonPorc, #TimesUp entre muchos otros.
Cada año, el 25 de noviembre se inicia la campaña por 16 días de activismo para erradicar la violencia en contra de la mujer, concluyendo el 10 de diciembre con el Día Internación de los Derechos Humanos.
Mundialmente, se estima que 81,100 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2021, la mayoría de ellos han sido motivados por la diferencia de género, lamentablemente cerca de 45,000 mujeres y niñas en el mundo han sido asesinadas por sus parejas o miembros de su familia.
En el país, la Secretaría de Seguridad contabilizaba 695 feminicidios y 2.136 homicidios dolosos, es decir, intencionados.
De una forma u otra las mujeres cada día se pronuncian más por la erradicación de violencia de género en todos los ámbitos, sin embargo, las cifras ascienden, lo que indica que la pérdida de valores juega un papel preponderante desde el núcleo familiar, dando salida a la sociedad y provocando que sean más en lugar de ser menos las mujeres violentadas.
La inequidad de género y la discriminación son la base de la violencia en contra de la mujer, en donde las diferencias históricas entre hombres y mujeres prevalecen hasta la actualidad, en la educación, la religión, las leyes y el lenguaje siendo puntos claves para mantener a la mujer en un estado de supuesta inferioridad. Lo que nos obliga a trabajar desde la raíz, es decir, en la mentalidad de las personas, enseñando a las próximas generaciones a terminar con los estereotipos y alentando a las mujeres a buscar esa igualdad en todos los ámbitos.
Hace menos de 2 años, cuando apenas me recuperaba de todos los estragos que me dejó el COVID 19, del que por poco no sobrevivo, el director del Instituto Estatal de Cultura, y su editorial La Rana del mismo Instituto de cultura, me pidió ser jurado del Fondo Estatal para las Letras de Guanajuato en su modalidad de novela y me envió 40 novelas para escoger las 10 mejores en orden ascendente de calidad para ser becadas en el seminario de letras, y de esas 10, las 2 mejores para su eventual publicación.
Entre los trabajos que leí, había una que destacó, de un autor con el pseudónimo JJ Masón. La coloqué a la cabeza de la lista, con la siguiente anotación: “esta
a la maldad humana y la corrupción que actualmente se vive como una pesadilla diaria, supera incluso al terror de lo sobrenatural. Sin embargo, un libro es mejor leído que platicado.
obra está completa y lista para competir y ganar en cualquier concurso literario en el que participe”.
Le atiné: la obra “La Huerta” era de mi paisano, el acambarense Juan José Zavala, y un año después ganó el Certamen Internacional de Novela de terror “Alas de cuervo” 2022.
La Huerta es un envolvente Thriller con rasgos de novela negra, tiene una estructura que no permite desperdicios, y sobre todo, narra la realidad social que se vive en el Bajío y el sureste de Guanajuato. La historia ambientada entre los municipios de Maravatío, Michoacán, Tarandacuao y Acámbaro, Guanajuato, se puede adecuar a cualquier parte de América Latina, como un Macondo o un Cuévano, pera más real y crudo. En La Huerta, el miedo a la maldad humana y la corrupción que actualmente se vive como una pesadilla diaria, supera incluso al terror de lo sobrenatural. Sin embargo, un libro es mejor leído que platicado.
¡Enhorabuena! Ese premio que pronostiqué se dio, lo que, modestia aparte, quiere decir que como editor no perdí el tino a pesar de los estragos que me dejó el COVID 19 y por lo cual recelaba de esa gran responsabilidad que Instituto Estatal de Cultura ponía en mis manos.
La presentación del libro se llevó a cabo este viernes 25 de noviembre en el Museo Local de Acámbaro, con el apoyo del Círculo de Lectura y Creación Literaria que dirige la maestra Camelia Rosío. Los ejemplares ya están a la venta en la Editorial Alas de Cuervo.