El proceso electoral es de
relevancia central por graves problemas de educación y desarrollo, porque puede ser catalizador en la quiebra institucional del sistema y del régimen político. Quiebra que trasluce la baja calidad de las campanas, sin discurso político, y carátulas de propuestas endebles, y maniobras de publicidad, distorsión, engaños y fintas por cualquier medio.
Perogrullada aparte, no podrían ser de otro modo es la penuria social que padecemos. La insolvencia económica de Televisa, mánager de Los Pinos, los hizo descuidar manipulación cultural, la comunicación social y la operación de Peña Nieto, la competencia los perjudicó. Por eso Carlos Slim, por la tangente, podría tomar la estafeta de la élite económica ante riesgos puerta.
Hay quien piensa que el primer debate podrá ocasionar una inflexión en la tendencia de las encuestas o perfilar al triunfo a López Obrador, pero no creemos que sea lo único que puede
modificar las cosas. Hay estrategias definidas y encasilladas en la capacidad de partidos y candidatos y una clara intención del gobierno en línea recta. Nada en política o en la historia deviene en línea recta.
A Cuauhtémoc Cárdenas y enseguida a López Obrador les cambiaron sus números en condiciones parecidas, pero los operadores y mapaches del gobierno eran inteligentes y supieron incidir en el imaginario colectivo de una población conservadora e individualista. Hoy el gobierno no tiene los instrumentos de ayer, sus funcionarios son cínicos y torpes.
Más de lo mismo. La inclusión del Bronco es una treta más de Peña Nieto, así lo corrobora Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras. Y no es el Tribunal Electoral Federal, son Los Pinos los que ordenan. Con Margaría Zavala sí le quitaron puntos a Ricardo Anaya, y con la Procuraduría contra Anaya no pudieron eliminarlo, y puede remontar si en el debate aclara lo de la compra de terrenos. El TRIFE, peón de brega del presidente se negó a anular las elecciones en el Estado de México y en Coahuila, no esperemos del gobierno nada bueno, como dice Edgar Morín: “Corremos menos peligro de parte del poder de los tecnócratas, que de su incapacidad para comprender el problema”.
Si no fuera evidente la incompetencia del grupito de Los Pinos, creeríamos que buscan apoyar al Peje, ataques del esposo de Martha Sahagún, y de un reprobado Peña Nieto, es engrandecer al tabasqueño. Se equivocan R. Anaya y J.A Meade al referirlo en sus spots, si algo lo afecta es ignorarlo, por eso la táctica es publicitar actos masivos con acarreo, adhesiones esporádicas y difundir la captura de opositores y presumir uno que otro empresario.
El gobierno seguirá pagando a medios en ataques a Ricardo Anaya, ahora será López Obrador, y cumplida la orden regresa la cobertura al Peje y a cobrar de nuevo. No se la aprenden, ni saben, en seis años su equipo de prensa y asesores no han podido hacerle en un discurso una sola línea de interés.
J.A. Meade pide debates como si quisiera ir a dar clases, no le han dicho que las campañas no son cursos académicos. Un Deja Vu, machacado, el gobierno generará riesgos reales o supuestos, disuasión, más incertidumbre y abstencionismo. Aprovecharán la incontinencia y agresión verbal del López Obrador y seguidores que tiene por divisa la confrontación, y no faltará la proclividad del candidato a la sorna, el dedito y los chistoretes simplones, o los gritos gangosos que no le ayudan.
Cierto que la adhesión a Morena no es racional, no es de conciencia ni intelectual sobre la misión al ganar, es emocional y de apoyo añadido, piensan manipularla de cualquier forma, la dificultad es que para eso se necesita de aplicación e imaginación social que no tienen. Repetimos el peligro es que en Los Pinos no hay capacidad y la presidencia concentra todavía muchas facultades y poder, de allí los intentos sueltos de amarrar la acción de hombres de negocios que los ven con reserva corruptos e ineptos.
Gane quien gane, el país rechinará, y aquí en Durango lloverá sobre mojado, se acercan los dos primeros años del gobierno local, la etapa del recuento y la calificación de lo hecho. Se oyen ruidos y sinsabores dentro de los Partidos de la coalición, de empresarios. Después de julio se agitará el ambiente, según veremos a luz de las campañas locales.