CDHDF condena abusos de la policía capitalina
La Comisión emitió 4 recomendaciones contra la SSP por 19 quejas de atropellos
CDMX.- De formas inesperadas y bajo condiciones que no terminaron de explicarse, una decena de personas fueron víctimas. Se les vejó en lo más profundo sus derechos humanos. Se les intimidó, golpeó en repetidas ocasiones con los puños, con las botas punta de acero, con los cascos, toletes, escudos y hasta se les privó de la libertad y la vida.
Así fue. No se trató de violencia ocurrida en una riña personal, ni por el crimen. Fue el brazo armado del Estado que abusó de su poder, incluso sin aparente razón.
Estos son algunos casos narrados por los relatores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en cuatro recomendaciones dirigidas a la Secretaría de Seguridad Pública capitalina que expresan casos de auténtico terror. Las recomendaciones, de situaciones ocurridas bajo la administración de Hiram Almeida, fueron aceptadas por la Secretaría de Seguridad Pública.
La Comisión extendió la recomendación 05/17 ante 19 quejas ocurridas de 2011 a 2017, en 15 casos se acreditaron violaciones a la integridad y libertad personal por parte de policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y cuatro a policías de investigación de la Procuraduría General de Justicia.
EL organismo señala que hay una conducta reiterada por parte de los elementos policiacos quienes cometieron detenciones arbitrarias y durante el proceso hicieron uso indebido o desproporcionado de la fuerza, provocaron lesiones e incluso dispararon a cuatro agraviados.
"Asimismo, sometieron a 13 personas agraviadas a tratos crueles e inhumanos, causándoles de manera intencional seve-
ros sufrimientos físicos y/o mentales, al pisarles la cara o el estómago, asfixiarlas, arrastrarlas, amenazarlas, patearlas y golpearlas, aún estando tiradas en el suelo", se lee en el documento.
La CDHDF suele utilizar letras y números para identificar a las víctimas y a los victimarios. Con el fin de dar una lectura fluida, este medio usa nombres ficticios.
2 DE ABRIL DE 2016
"Mario" y su hermano se encontraban en la calle Corregidora, en el Centro Histórico, donde vendían mercancía en la vía pública, al percatarse de que había un operativo para retirarlos, "Ma- rio" ayudó a su familiar a escapar y el corrió en otra dirección.
Lo persiguieron elementos de granaderos. Uno de ellos le alcanzó a patear en la espalda lo que empujó al hombre contra un poste. Ese momento fue aprovechado por los policías quienes lo detuvieron lo azotaron contra un camión, causándole una fractura en el brazo derecho.
Cuando "Mario" les gritó que le acababan de romper la extremidad, uno de los uniformados le grito: "¡No!, te estás haciendo pendejo", y pese a que ya estaba sometido le patearon la parte trasera de las rodillas hasta que cayó hincado. Ahí le doblaron las manos para colocarle las esposas.
Luego lo alejaron del lugar de los hechos, llamaron a una ambulancia y cuando ésta llegó, se fueron.
La fractura requirió una operación. "Mario" acudió a la Comisión a presentar su querella.
24 DE ENERO 2017
Era de noche y "Alejandro" con un amigo se dirigían a su casa, cuando notaron que un grupo de policías granaderos realizaban un operativo. Todo sucedía en la en el Barrio de la Magdalena, en Coyoacán. Los policías se percataron que los observaron y se dirigieron hacía "Alejandro" y su amigo con palabras altisonantes para enseguida golpearlo en el ojo derecho, por lo que enseguida entró en su domicilio.
Unos minutos más tarde, afuera del edificio donde vive "Alejandro", llegaron más policías, quienes sin orden del juez empezaron a intentar abrir el portón, usaron cubetas de cemento hasta entrar al inmueble.
Ahí salió "Jorge" para averiguar qué sucedía. En cuanto salió, uno de los oficiales le puso el arma en la cabeza como si le fuera a disparar, luego con la cacha le pegó en cabeza, luego en la cara y finalmente en las costillas. Y lo sacaron por la fuerza del inmueble.
Otras tres personas fueron sujetas de agresiones por parte de los elementos granaderos que buscaban a "Alejandro". "Ricardo" tomó el celular y empezó a grabar lo que acontecía. Cuando fue detectado por los policías, corrieron tras él en zona de escaleras, de ahí lo empujaron y "Ricardo" cayó junto a una camioneta donde lo patearon repetidas veces, hasta que el hombre pudo meterse debajo del vehículo.
"Adriana" y "Omar", resguardados en su departamento, escuchaban lo que sucedía, cuando los uniformados entraron por la fuerza. A "Omar" le golpearon con un boxer y le nublaron la vista, luego, con un tolete, le golpearon el brazo y la mano cuando intentaba cubrirse. Lo levantaron y lo llevaron a fuerza para subirlo a una patrulla. En el camino "Omar" vio cómo golpeaban a "Ricardo", y les exigió que lo dejaran. Por el contrario, con un tolete le golpearon la cara y luego las piernas.
"Javier" también recibió golpes y llevado a la patrulla.
"Alejandro" salió de su apartamento para exigir que parara la situación de violencia contra sus vecinos, pero enseguida fue insultado y golpeado por uno de los policías, y aunque él les decía que no había hecho nada, entre varios elementos lo golpearon, incluso usaron sus cascos y forcejearon con él para sacarlo.
En la patrulla, la golpiza contra "Alejandro" siguió. Uno de los granaderos tomó su arma de electrochoques y lo uso en la cabeza de la víctima y le amenazaban con que lo arrojarían de camioneta en movimiento. En algún punto del Eje 3 lo bajaron de la patrulla con la consigna de que corriera y no volteara.Poco después liberaron al resto.