Autonomía Universitaria Las universidades surgen en la
Edad Media y gracias a ellas la transmisión del saber y la creación de nuevos conocimientos salen del ámbito eclesiástico y dejan los conventos y los monasterios y se seculariza el saber, aunque todavía bajo la supervisión de la iglesia.
la legitimidad al mismo tiempo.
Ante esta situación, en 1944 el presidente Manuel Ávila Camacho convoca a un grupo selecto de universitarios encabezados por Antonio Caso y Eduardo García Máynez para analizar la situación de la Universidad y les solicita que elaboren un proyecto de Iniciativa de Ley que convertirá en Iniciativa y que una vez aprobado por el Congreso Federal se convertiría en la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ley que nos rige hasta estos días.
La autonomía surge para preservar la libertad de cátedra, las líneas de investigación, la organización administrativa y el destino de los recursos de manera autónoma sin tener que someterse a factores gubernamentales externos que limiten la capacidad de creación y la libertad de pensamiento.
El esquema administrativo actual de la Universidad ideado por el Maestro Eduardo García Máynez es un inteligentísimo mecanismo de pesos, contrapesos y niveles de gobierno que permiten la organización y el funcionamiento universitario; el Rector, la Junta de Gobierno, el Consejo Universitario, el Patronato Universitario a nivel central; y las Facultades, Escuelas e Institutos, los Consejos Técnicos, los
Consejos Internos y posteriormente en el periodo del Doctor José Sarukhán, los Consejos Académicos de Área permiten un mecanismo flexible de participación y de libertad en la actividad universitaria.
La Autonomía surge para defender a la Universidad de la injerencia del Estado, la complejidad de la sociedad actual ha hecho que los peligros contra los centros de educación superior no se circunscriban exclusivamentea la injerencia del poder público sino que sindicatos, centros de poder financiero, y económico y partidos políticos a través de diferentes medios de presión y muchas veces de dádivas financieras para estudios o contratos pretenden dirigir u orientar la investigación y la enseñanza universitaria.
El sistema ideado en 1944 y vigente desde el año siguiente ha demostrado su eficacia, la sabiduría de quienes lo idearon se ha puesto en manifiesto en las diversas crisis que la Universidad ha tenido en estos 70 años.
Por todo ello debemos luchar por fortalecer, proteger y salvaguardar la autonomía universitaria esencia de nuestra Universidad, que gracias a ella ha sido, es y seguirá siendo la conciencia crítica de la Nación.