Egresan de la UJED once nuevos terapeutas familiares
Con la misión de entregar profesionales que sean líderes expertos para solucionar problemas de diagnóstico y de intervención familiar, la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Juárez, a través de su División de Estudios de Posgrado, entregó a la sociedad once Maestros en Terapia Familiar.
La ceremonia se llevó a cabo en el Auditorio Universitario, con la presencia de Jaime Fernández Escárzaga, responsable institucional del Posgrado en la UJED, en representación del rector Rubén Solís Ríos, acompañado de Luis Enrique Soto Alanís, director de la unidad académica, y de la jefa de Posgrado, María Concepción Arroyo Rueda, y como invitada especial la directora de la Facultad de Psicología y Terapia de la Comunicación Humana, Elda Raquel Vázquez Ríos.
Al hacer la entrega de los documentos a los egresados de la décima generación, Jaime Fernández Escárzaga mencionó que “… para la Universidad Juárez es muy importante la formación de profesionistas, de especialistas de alta calidad que contribuyan a la resolución de problemas sociales, en este caso las problemáticas familiares”.
Dijo que “… para comprender el rol de la familia actual, sus debilidades y sus fortalezas, es necesario entender que son muchas las transformaciones que ha tenido la educación en los hijos; desde luego estas van aparejadas a los cambios importantes en la evolución del tejido social, especialmente referido a los cambios en la estructura familiar, misma que se puede repasar en algunas de las características que la educación familiar ha tenido en tres momentos diferentes, los años 60, 90 y la actual, en el contexto de la familia mexicana”.
Insistió en que “… se pueden identificar tres generaciones con características diferentes; las familias cambiaron, las familias se trasformaron en estas generaciones radicalmente y aquí está la respuesta con la formación de estos terapeutas familiares que tienen un gran compromiso, y esto es lo que la Universidad aporta a la sociedad”, agregó.
Por su parte el director Luis Enrique Soto Alanís les aseguró “… seguro estoy de que llevan bases sólidas y un legado de las técnicas y herramientas útiles para el proceso terapéutico para la atención a las familias, las cuales son su compromiso de atender, defender y favorecer el desarrollo saludable de las familias”.
Les dijo a los egresados que “… tres pilares conforman su formación; el primero, el trabajo terapéutico personal; el segundo, la formación académica y cognitiva, y tercero, la supervisión de sus procesos terapéuticos, fortalezas que son reconocidas desde la Asociación Mexicana de Terapia Familiar. Se espera que la familia, ámbito de convivencia de diferentes generaciones, asuma como misión el desarrollo integral de sus integrantes, pero las realidades de las familias muestran qué tanto pueden constituirse en un lugar íntimo y confiable de amor, compasión y felici
dad y crecimiento de sus sujetos; también puede ser como de miedo e inseguridad, de infelicidad y dolor profundo, hasta peligroso para la salud mental y física de quienes lo integran”.