PESE A LA PANDEMIA, LEÓN TENDRÁ LA PRIMERA CARRERA CON PÚBLICO EN MÉXICO
Los Lakers estaban listos para celebrar el viernes el título de la NBA. Lucían sus uniformes en memoria de Kobe Bryant, el trofeo Larry O’brien estaba en la pista, el confeti oro y púrpura cargado en los cañones, cuando Jimmy Butler mandó parar todo.
La estrella del Miami Heat, negándose otra vez a la rendición, arruinó el festejo cargando al equipo a sus espaldas hasta un triunfo por 111-108 que redujo la desventaja a 3-2 ante los Lakers de Los Ángeles y forzó un sexto juego a celebrarse esta noche en la “Burbuja” de Orlando.
Compitiendo hasta al máximo, Butler sumó 35 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias y cinco robos. No pudo ser frenado ni siquiera por Lebron James, con quien sostuvo un duelo antológico en el dramático final de la serie.
“Su deseo de ganar es extraordinario”, le reconoció el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. “Hacer esto en más de 47 minutos y aceptar el desafío en el otro lado (defensivo) ... cada joven jugador que llega a esta liga debería estudiar los videos de Jimmy Butler”.
Pese al desgaste, Butler mantuvo intacta su efectividad, anotando 11 de 19 lanzamientos de campo y un inmaculado 12 de 12 en tiros libres.
“Lo dejé todo en la pista junto con mis chicos”, afirmó.
“Y eso es lo que vamos a tener que hacer el resto del camino. Tenemos dos juegos más que ganar”. Miami dejó en las manos de Butler sus esperanzas de victoria en los dos últimos minutos, en los que el escolta superó a “King James” en un duelo personal en el que se defendieron mutuamente e intercambiaron espectaculares canastas.