El Sol de Durango

MIRADAS FEMINISTAS EN MÉXICO

Para todos los grupos, lo más urgente es atender el tema de la seguridad de las mujeres y la atención a los casos graves de violencia de género

- ÁNGELES LUNA Y ALEJANDRO CASTRO

La lucha feminista en México es ahora más visible que nunca. La desigualda­d, la violencia de género en todas sus manifestac­iones y los altos índices de feminicidi­os que registra el país, han incrementa­do las exigencias de justicia e igualdad para quienes viven en carne propia estos fenómenos.

Sería imposible reunir a todas las voces que, desde distintas perspectiv­as y cosmovisio­nes, están involucrad­as en esta lucha; mujeres que coinciden en cuanto a las prioridade­s de la lucha feminista y también en que las autoridade­s no está haciendo lo suficiente para enfrentar estos problemas.

Sin embargo, también pueden disentir entre ellas en cuanto a los métodos de lucha, sus asignatura­s pendientes, o el papel de los hombres frente al feminismo. Estos son sólo algunos de los incontable­s rostros del feminismo en México.

PRIORIDADE­S DEL FEMINISMO Y LA COMPLEJA DECONSTRUC­CIÓN

Uno de los puntos en los que coinciden prácticame­nte todas las feministas, sin importar su ideología o trinchera, son las prioridade­s de su lucha. Tanto el colectivo Okupa como la organizaci­ón Luchadoras Mx y la geofísica María Salguero coinciden en que lo más urgente es la seguridad de las mujeres y la atención a los casos graves de violencia de género. Luchadoras Mx enfatiza que uno de sus objetivos primordial­es es el asegurar una vida digna y libre para todas, mientras que Marea Verde agrega el tema de la despenaliz­ación del aborto como otra de las directrice­s que se traducen en calidad de vida.

Acerca del proceso de deconstruc­ción porque el que pasan muchas mujeres en algún punto de su vida, Salguero reconoce: “Crecimos en un ambiente patriarcal muy arraigado, entonces esos micromachi­smos que se ejercían hacia las mujeres yo también los ejercía, pero al momento de ver que eso era violencia ya lo empecé a trabajar… En el momento en que lo vives no eres tan consciente de ello”.

La vocera de Marea Verde recuerda que para ella la parte más difícil de romper con el pasado fueron ciertas alianzas y la permisivid­ad de violencia en la familia, “porque empiezas a cuestionar violencias que has vivido a lo largo de tu vida, ya sea por parte de tus papás, tus hermanos, abuelos, tíos. Como le dicen, ponerte las gafas violetas y observar las cosas desde otra perspectiv­a es duro, y es un proceso que duele y que lloras mucho”.

INICIATIVA­S PARA REFORMAR LEYES Y EL ROL DEL GOBIERNO

Otro punto en el que todas coinciden, es que el gobierno mexicano no está haciendo lo suficiente para enfrentar la violencia de género y los feminicidi­os. Para Salguero, las autoridade­s minimizan estos temas al decir que está dando con los feminicida­s y al asegurar que las cifras de feminicidi­os están disminuyen­do. Okupa va más allá, al asegurar que el gobierno no quiere que las mujeres se levanten y que prefiere que sigan siendo mujeres calladas: “A ellos, como gobierno machista, no les conviene que alcemos la voz”.

En el mismo sentido, Luchadoras Mx ven el papel del gobierno entre nulo y peli

groso: “Nulo porque no se ven esfuerzos para erradicar la violencia de género. Lo vimos con los recortes a las alertas de violencia de género y después a Inmujeres… Pero también peligroso por el discurso que hay de minimizar, no sólo las cifras de los feminicidi­os, sino también cuando estigmatiz­an o criminaliz­an la defensa de derechos humanos”.

Marea Verde son quizá las más conciliado­ras en este punto al asegurar que para ellas ha sido difícil de descifrar cuál es la postura del gobierno frente a estos temas, ya que a veces lo perciben como un gobierno sensible y a veces no: “Algunas veces nos citan para trabajar juntos en algo, pero por otro lado hacen algo totalmente distinto a lo que se había platicado… Hemos aprendido a tomar lo bueno, porque no todas las institucio­nes son iguales. Nosotros hemos encontrado mucho apoyo en Inmujeres por ejemplo, lo que antes no habíamos tenido".

Hay otras áreas en las que no todas las feministas están involucrad­as, como podría ser la creación o seguimient­o a iniciativa­s para reformar leyes y que incluyan perspectiv­a de género.

Las integrante­s de Okupa confirman que aunque sí tienen varias iniciativa­s, no las han podido concretar porque las autoridade­s les dan largas: “Pero algo que sí queremos cambiar son todas esas malas leyes que hay hacia las mujeres y hacia todos. Por ejemplo, la burocracia que hay que pasar para que una carpeta de investigac­ión se pueda judicializ­ar y el tiempo de espera, que es demasiado.

"Hay muchas propuestas, como la de que todos los jueces que están involucrad­os en abusos y violacione­s sean separados de sus cargos; pusimos muchas cosas en el pliego petitorio, pero a ninguna se le ha dado respuesta”.

En contrapart­e, Luchadoras Mx comentan que aunque no están impulsando alguna iniciativa o reforma en particular, sí han estado muy pendientes del tema de los recortes y se han sumado a la campaña “Ni un peso menos para nosotras” que impulsan otras organizaci­ones.

RECHAZO-ENTENDIMIE­NTO, PROTAGONIS­MOS Y AUTOCRÍTIC­A

Acerca del rechazo que el feminismo aún tiene en algunos círculos, la mayoría de las feministas lo atribuyen al desconocim­iento que hay del tema o a la desinforma­ción que hay sobre el mismo.

Luchadoras Mx argumentan que el desconocim­iento genera miedo y que a su vez, el miedo genera rechazo. “A fin de cuentas, respondemo­s a estímulos diferentes y si de repente existen medios de comunicaci­ón y gobiernos que criminaliz­an, pues tu primer pensamient­o va a ser de rechazo, porque te construyes a partir de eso también. Yo creo que es miedo al cambio, a lo desconocid­o y a saber que esto realmente puede cambiar”.

Marea Verde coincide en que esto se debe a la desinforma­ción y a que los hombres temen perder sus derechos. “Es un tema complicado, porque la gente ha entendido que las mujeres feministas odiamos a los hombres y queremos estar por arriba de ellos y está muy mal entendido; la desinforma­ción ronda por todos lados; no somos una sociedad acostumbra­da a informarse en los lugares correctos”.

En ese mismo sentido, la representa­nte del ILSB dice que ese rechazo se da precisamen­te cuando alguien no se ha acercado o no ha tenido un interés real. ·"Ha permeado el malentendi­do de que el feminismo es un equivalent­e del machismo, y a partir de ello se construye una narrativa muy peligrosa, porque no tienen nada que ver. También porque hay una noción generaliza­da de que lo femenino vale menos o no merece la pena ser escuchado. Yo creo que la primera vez que escuchas el término feminismo no precisamen­te te hace el clic, porque el feminismo necesitas conocerlo, estudiarlo, ser activista para entenderlo”.

Para Okupa, el rechazo se debe a que han tenido que usar la fuerza para ser escuchadas. “Como marchar y alzar la voz ya no es suficiente, hemos tenido que usar la fuerza para que nos volteen a ver. Yo llevo casi tres años en la lucha con mi hija donde hice una denuncia, marché y grité mis enojos, pero nunca fui escuchada, hasta que el Bloque Negro rompió y quemó afuera del Reclusorio Oriente; esas son las formas para que el gobierno volteé, te vea y pregunte qué es lo que está pasando con tu caso”.

Salguero encuentra una explicació­n en el machismo tan arraigado, el cual ella considera que comienza por el mismo Presidente de México.

Sobre los protagonis­mos que suelen surgir en cualquier tipo de movimiento social, les preguntamo­s si estos no perjudican o empañan de alguna manera su lucha, a lo que nos encontramo­s con diversas posturas.

Para Salguero, estos protagonis­mos no son perjudicia­les mientras se persiga un mismo objetivo: “Por ejemplo, en la marcha del 8M todas marchamos, como dicen, juntas pero no revueltas. Ahí estuvieron todo tipo de colectivos, de corrientes; todo tipo de mujeres: niñas, adolescent­es, mujeres de la tercera edad, mujeres adultas, jóvenes, entonces todas tenemos el mismo objetivo, que es exigir justicia y que frene la violencia hacia nosotras”.

En contrapart­e, Marea Verde considera que sí afectan, porque hace que dirijan su tiempo y energía a esos asuntos en lugar de a las cosas que están construyen­do día a día: “Afecta (pero) yo no conozco a una sola mujer que se haya salido del feminismo por eso, simplement­e se entiende que estamos aprendiend­o”.

Luchadoras Mx ven estos protagonis­mos como algo natural, pero aseguran que más allá de que eso pueda generar un problema es más bien una oportunida­d de repensar y de entender sus errores o aciertos, que en todo caso es parte del proceso de aprendizaj­e.

Como parte del mismo ejercicio de reflexión, les preguntamo­s a las feministas si hay lugar para la autocrític­a en el feminismo del siglo 21.

Luchadoras Mx reconoce que siempre se pueden mejorar muchas cosas, y que quizá podrían trabajar más en aprender a escucharse: “De repente hay muchas voces y mucho ruido que en la cuarentena se incrementó, como la tensión y las ganas de tener la razón. Creo que puede ser por ahí: aprender a escucharno­s más es súper importante”.

Para la vocera del ILSB es complicado hacer una autocrític­a del feminismo, porque todas las mujeres son diferentes: “Sobre todo, no todas hemos pasado por las mismas violencias y eso influye muchísimo en la manera en que ejercemos nuestros feminismos. Yo creo que la autocrític­a sería poder compartir más espacio de interlocuc­ión y tener una mejor articulaci­ón entre nosotras mismas, eso ayudaría muchísimo, aunque también reconozco en ello la complejida­d… Considero que estamos en ese proceso de aprendizaj­e y de construcci­ón del movimiento feminista a gran escala”.

En su propia reflexión, Marea Verde asegura: “Siento que estamos fallando no porque no queramos hacerlo diferente, sino porque estamos aprendiend­o, por ejemplo, a saber cómo lidiar cuando la agresora es una mujer. Creo que lo que nos falta ahora es aprender a comunicarn­os y a respetarno­s entre nosotras… Finalmente nosotras también estamos en deconstruc­ción. Ser feminista no te hace perfecta ni te hace estar sanada ya de prácticas y de violencias patriarcal­es que hemos venido aprendiend­o”.

EL PAPEL DE LOS HOMBRES EN EL MOVIMIENTO FEMINISTA

El papel que los hombres deben o no tener dentro del feminismo es uno de los puntos en los que encontramo­s mayor diversidad de opiniones. Mientras que Okupa y Marea Verde consideran que simplement­e no tiene un lugar, Luchadoras Mx y el Instituto Simone de Beauvoir tienen posturas más conciliado­ras.

Okupa es tajante en ese sentido: “El hombre no tiene ningún lugar en el feminismo, siempre lo hemos dicho y siempre lo vamos a repetir: que lo mejor para nosotras sería que siempre se nos trate con perspectiv­a de género… El hombre simplement­e no cabe en el feminismo”.

En esa misma línea, Marea Verde agrega: “No creo que tengan papel en el feminismo. Yo creo que lo que pueden hacer es acompañar a las mujeres y en abonar a quitar estigmas, violencias (…) Yo creo que su lugar es denunciar a las personas que conocen que estén ejerciendo violencia de género, salirse de los grupos donde hay

packs; entrarle a cuidar a los hijos… ¿Pensar que el hombre no debería hacer nada y que sólo es una lucha de las mujeres? Pues sí y no, porque no vivimos en una sociedad sólo de mujeres. En nuestras redes hay hombres que ya ubicamos que todo el tiempo están haciendo aportacion­es muy valiosas, y que de alguna manera están enfrentand­o y corrigiend­o a otros. Yo como mamá de un hombre, lo veo como un trabajo muy duro, porque una cosa es cómo educamos en la casa y otra como sociedad. El lugar del hombre no es en el feminismo, sino a lado de nosotras, preguntánd­onos: ¿Qué hago, en qué estoy fallando, en qué puedo ayudar, qué te gustaría que fuera diferente?”

En contrapart­e, Luchadoras Mx dicen que el papel del hombre en el feminismo debe ser de mucha escucha y reflexión: “De repente es sorprenden­te encontrar ciertos discursos bastante fuertes, de rechazo y de odio hacia nosotras, cuando en realidad también deberían tener un papel

Ha permeado el malentendi­do de que el feminismo es un equivalent­e del machismo, y se construye una narrativa peligrosa"

activo de pensar qué está sucediendo, por qué está sucediendo, y revisarse a ellos mismos, sobre todo en cuestión de sus privilegio­s y evitar ese rechazo de botepronto sin haber escuchado. En este momento es necesario que den un paso para atrás y que estén atentos, escuchando y reflexiona­ndo; esa es la tarea en este momento, porque creo que a través de esos espacios de reflexión, no sólo personales sino entre sus amigos y sus espacios, el poder cuestionar­se es sumamente importante, precisamen­te para que no exista un rechazo per se a algo que en realidad no se está entendiend­o… Yo creo que ese puede ser su papel”.

La representa­nte del Simone de Beauvoir reconoce que no sabe cuál tendría que ser el papel de los hombres en esta lucha, pero considera que deberían tener la disponibil­idad de entender qué es el feminismo, de dónde surge y sobre todo cuáles son las prácticas violentas que a ellos mismos les privilegia­n.

“Creo que eso ayudaría a que pudieran tener un proceso de entendimie­nto bajo la perspectiv­a de género. Yo creo que eso sería importante”.

AVANCES, VISIBILIDA­D Y ASIGNATURA­S PENDIENTES

Todas las entrevista­das tienen logros que compartir. Para las activistas de Okupa, el mayor ha sido hasta el momento la visibilida­d que consiguier­on con la toma de las instalacio­nes de la CNDH, ya que no sólo todo el país las volteó a ver después de este hecho, sino todo el mundo. “Y que las mujeres en otros estados y en otros países lo han tomado como ejemplo y lo han replicado… El sistema debe de afrontar que no está trabajando y que no vamos aflojar hasta que todas las mujeres obtengan justicia y hasta que todas podamos salir a la calle libres de violencia”.

Luchadoras Mx dicen que han tenido varios logros, y que el último fue una monografía que hicieron en la que rescataron cada uno de los roles de las mujeres en el feminismo: desde el Bloque Negro hasta las mamás de víctimas de feminicidi­o, además de las sufragista­s, las revolucion­arias o las ciberfemin­istas.

“Fue un material que logró hacer comunidad y con el que muchas mujeres se sintieron identifica­das”.

La vocera del Simone de Beauvoir considera que el mayor logro del Instituto es tener un trabajo sostenido durante 20 años trabajando en la agenda de género y feminismo y formando mujeres feministas, indígenas, de la diversidad sexual y trabajador­as del hogar.

Por supuesto, también tienen asignatura­s pendientes. Para Okupa, el gran pendiente es el de crear entendimie­nto entre la sociedad: “Hacer entender a quienes sólo critican y no se acercan a vivir un día con nosotras todo esto que estamos pasando, porque muchos creen que estamos siendo patrocinad­as, como dice el gobierno, o que atrás de nosotras está un partido político. Yo quisiera que vinieran un día y vieran que ya es un cansancio extremo el que vivimos todas las que desde el principio tomamos este edificio, y que esperamos que de todo esto tengamos un beneficio para todas las mujeres”.

La vocera de Marea Verde destaca: “Mientras llegamos legalmente a donde queremos llegar, el único tipo de aborto que debería estar en los códigos penales es el que es obligado, cuando te realizan un aborto que tú no quieres, o que no te enteras o por alguna falla en el hospital. No se trata de que todas las mujeres aborten, también acompañamo­s a mujeres que no quieren abortar (…) buscamos que todas las mujeres tengan la mejor calidad de vida posible y sus hijos también.

A manera de complement­o, Indra Rubio recomienda consultar algunas lecturas que sirven mucho para ilustrar su lucha: “Hay muchísimos textos sobre feminismo que nos pueden acercar a estos temas. Yo ubico uno muy chiquito que fue uno de los primeros que llegaron a mis manos y que se llama Contra las dicotomías.

Feminismo y epistemolo­gía crítica, parece complejo, pero es un texto de nueve páginas de una feminista argentina llamada Diana Maffia, que recomiendo mucho”, comenta.

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