Erika Martínez
Madre de una niña que fue abusada sexualmente cuando tenía siete años, fue una de las activistas que lograron hacer ruido al tomar las instalaciones de la CNDH, después de años de buscar justicia sin obtener respuesta.
La colectiva feminista Okupa Bloque Negro llegó al edificio a respaldar la lucha de estas mujeres, quienes exigen que cese la impunidad en casos de violaciones, feminicidios y otras manifestaciones de violencia de género.
Este bloque se conforma de diferentes ramas del feminismo; sin embargo, admiten que la mayoría de sus integrantes se inclinan hacia el feminismo radical, cansadas de ser ignoradas por las autoridades.
Erika asegura que al principio no sentía representar alguna rama del feminismo en particular, pero ahora que ahora que ha convivido con las chicas del Bloque Negro se ha identificado más con el feminismo radical.