Tala clandestina en Metepec y Agua Blanca
La tala inmoderada y clandestina en los municipios de Metepec y Agua Blanca es un problema latente que, durante los últimos 15 años, se ha incrementado considerablemente.
Los efectos dañinos al ecosistema de esa región pueden apreciarse desde diferentes puntos de vista.
Algunos terrenos que estaban rodeados de frondosos árboles, incluso frutales, ahora lucen llanos y con los efectos de la erosión.
Es precisamente la falta de arboledas lo que ocasiona que se registren fuertes corrientes de aire y, por tanto, un desequilibrio en el clima.
Las temperaturas actualmente son muy extremas.
Óscar Jesús Hernández, secretario municipal de Agua Blanca, comentó que la tala clandestina se combate frontalmente con operativos policiales, sin embargo, quienes se dedican a esta ilícita actividad, le buscan por brechas y caminos vecinales para transportar la madera.
Agregó que no pueden introducirse a los terrenos que son de propiedad privada, pero constantemente son detenidos camiones con trozas de madera, de diferentes dimensiones, que son comercializadas al margen de la ley.
Desafortunadamente, las áreas donde cortan los árboles no vuelven a ser reforestadas, ya que los talamontes solo ven por sus propios intereses.
El funcionario destacó que camiones y madera han sido decomisados junto con la y las personas implicadas y puestas a disposición de las autoridades correspondientes.
En contraste, es importante destacar que en el municipio de Agua Blanca existen alrededor de 15 industrias legalmente constituidas, habilitadas como aserraderos, donde se procesan los productos maderables que se convierten en generadoras de empleos y representan un aliciente para la austera situación que prevalece en esa región de la Sierra Otomí-Tepehua.
Por lo que respecta al municipio de Metepec, la deforestación, suele ser en menor medida, considerando las condiciones geofísicas de esta demarcación, que más bien cuenta con extensiones de terrenos agrícolas.
Sin embargo, por ser paso obligado entre Agua Blanca ya sean por la carretera estatal a San Alejo o ruta boulevard la Morena y diferentes destinos que llevan los camiones con madera, en operativos policiales, los efectivos han detectado algunos cuyos tripulantes y ocupantes, no llevan la documentación que les permita trasladar libremente la mercancía y son detenidos.
La tala clandestina, no es exclusiva de estos sectores, sino que en otros sectores de la Sierra OtomíTepehua prevalecen, como en Tenango de Doria, San Bartolo Tutotepec y principalente, Acaxochitlán.
Sin embargo, no solo es la comercialización de madera obtenida ilegalmente lo que puede afectar el entorno natural, también los incendios forestales, ya sean provocados o por causas naturales (efecto lupa, sobrecalentamiento y emanación de gases en desechos orgánicos que generan la combustión.
Al mismo tiempo, debido a las bajas temperaturas en zonas rurales durante la temporada, otoñoinvierno, aumenta la demanda para usar madera como combustible, bajo el argumento de sus usos y costumbres de lugareños.
Es evidente que muchos propietarios de terrenos boscosos han optado por talar sus árboles para convertirlos en pastizales para ganado.
Este problema conlleva a otros que ponen en riesgo el equilibrio ambiental, ya que distintas especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, plantas e insectos prácticamente se quedan sin su hábitat.
Es destino de los árboles cortados es incierto, aunque las industrias que se dedican legalmente a su comercialización canalizan la madera, por lo general a la producción de papel y fabricación de muebles y diferentes tipos de embarcaciones.
Sin duda, la riqueza natural de esta zona serrana del norte de Hidalgo representa un acicate para apoderarse de algunos de los recursos que pueden representar dinero, aunque los costos perjudiciales para el medio ambiente, son muy elevados.