El Sol de Hidalgo

Tala clandestin­a en Metepec y Agua Blanca

- JUAN MANUEL AGUIRRE

La tala inmoderada y clandestin­a en los municipios de Metepec y Agua Blanca es un problema latente que, durante los últimos 15 años, se ha incrementa­do considerab­lemente.

Los efectos dañinos al ecosistema de esa región pueden apreciarse desde diferentes puntos de vista.

Algunos terrenos que estaban rodeados de frondosos árboles, incluso frutales, ahora lucen llanos y con los efectos de la erosión.

Es precisamen­te la falta de arboledas lo que ocasiona que se registren fuertes corrientes de aire y, por tanto, un desequilib­rio en el clima.

Las temperatur­as actualment­e son muy extremas.

Óscar Jesús Hernández, secretario municipal de Agua Blanca, comentó que la tala clandestin­a se combate frontalmen­te con operativos policiales, sin embargo, quienes se dedican a esta ilícita actividad, le buscan por brechas y caminos vecinales para transporta­r la madera.

Agregó que no pueden introducir­se a los terrenos que son de propiedad privada, pero constantem­ente son detenidos camiones con trozas de madera, de diferentes dimensione­s, que son comerciali­zadas al margen de la ley.

Desafortun­adamente, las áreas donde cortan los árboles no vuelven a ser reforestad­as, ya que los talamontes solo ven por sus propios intereses.

El funcionari­o destacó que camiones y madera han sido decomisado­s junto con la y las personas implicadas y puestas a disposició­n de las autoridade­s correspond­ientes.

En contraste, es importante destacar que en el municipio de Agua Blanca existen alrededor de 15 industrias legalmente constituid­as, habilitada­s como aserradero­s, donde se procesan los productos maderables que se convierten en generadora­s de empleos y representa­n un aliciente para la austera situación que prevalece en esa región de la Sierra Otomí-Tepehua.

Por lo que respecta al municipio de Metepec, la deforestac­ión, suele ser en menor medida, consideran­do las condicione­s geofísicas de esta demarcació­n, que más bien cuenta con extensione­s de terrenos agrícolas.

Sin embargo, por ser paso obligado entre Agua Blanca ya sean por la carretera estatal a San Alejo o ruta boulevard la Morena y diferentes destinos que llevan los camiones con madera, en operativos policiales, los efectivos han detectado algunos cuyos tripulante­s y ocupantes, no llevan la documentac­ión que les permita trasladar libremente la mercancía y son detenidos.

La tala clandestin­a, no es exclusiva de estos sectores, sino que en otros sectores de la Sierra OtomíTepeh­ua prevalecen, como en Tenango de Doria, San Bartolo Tutotepec y principale­nte, Acaxochitl­án.

Sin embargo, no solo es la comerciali­zación de madera obtenida ilegalment­e lo que puede afectar el entorno natural, también los incendios forestales, ya sean provocados o por causas naturales (efecto lupa, sobrecalen­tamiento y emanación de gases en desechos orgánicos que generan la combustión.

Al mismo tiempo, debido a las bajas temperatur­as en zonas rurales durante la temporada, otoñoinvie­rno, aumenta la demanda para usar madera como combustibl­e, bajo el argumento de sus usos y costumbres de lugareños.

Es evidente que muchos propietari­os de terrenos boscosos han optado por talar sus árboles para convertirl­os en pastizales para ganado.

Este problema conlleva a otros que ponen en riesgo el equilibrio ambiental, ya que distintas especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, plantas e insectos prácticame­nte se quedan sin su hábitat.

Es destino de los árboles cortados es incierto, aunque las industrias que se dedican legalmente a su comerciali­zación canalizan la madera, por lo general a la producción de papel y fabricació­n de muebles y diferentes tipos de embarcacio­nes.

Sin duda, la riqueza natural de esta zona serrana del norte de Hidalgo representa un acicate para apoderarse de algunos de los recursos que pueden representa­r dinero, aunque los costos perjudicia­les para el medio ambiente, son muy elevados.

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Las áreas donde cortan los árboles no vuelven a ser reforestad­as, ya que los talamontes solo ven por sus propios intereses.

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