Aves de corral en engorda; subirá su consumo por clausuras escolares
Es toda una tradición cada año
Familias de zonas rurales, tanto de la Sierra OtomíTepehua, como del Valle de Tulancingo, alistan sus aves de corral, es decir, se encuentran en engorda, principalmente pollos y guajolotes, para diferentes guisos y la elaboración del tradicional mole, por lo práctico y económico, que los platillos representan.
Ya se aproximan las fechas de las clausuras escolares y, por tradición, quienes egresan desde el kínder hasta niveles medio superior y superior, buscan padrino de graduación, y por lo general las familias de los festejados hacen una comida.
Miguel Cervantes, vecino de Huehuetla, comentó que actualmente los empleos se han escaseado y aún falta mucho para la cosecha del café, por lo que echar en engorda pollos, guajolotes, incluso con gansos y chachalacas, puede ser una buena alternativa económica.
Estas aves de traspatio forman parte del entorno social y económico de algunas partes, por los beneficios de obtener un ingreso extra en habitantes de sectores vulnerables.
De igual manera hay en puerta muchas ferias patronales, incluyendo los días grandes de San Juan Bautista; San Pedro y San Pablo, donde este tipo de gastronomía se vuelve infaltable y hasta necesario.
En cuanto a su aprovechamiento, todas las partes de un ave son comestibles, las piezas más suculentas son músculos, pechuga y piernas, son las preferidas para la cocina.
También se utilizan, aunque en menor medida, las extremidades superiores o alas, pescuezo, patas vísceras y las menudencias.
En general, todas las aves no voladoras presentan un color más blanco, por lo que a la pechuga suele llamársele carne blanca.