Encubridor libra la cárcel
SÍDNEY, Australia. El exarzobispo australiano Philip Wilson, condenado por encubrir abusos pederastas, no irá a la cárcel después de que un tribunal le concediera la posibilidad de cumplir arresto domiciliario.
En mayo, Wilson, de 67 años, entonces arzobispo de Adelaida, fue declarado culpable de encubrir los crímenes cometidos por el cura Jim Fletcher, un notorio cura pedófilo, en los años 1970 en el estado de Nueva Gales del Sur.
Wilson era uno de los eclesiásticos de mayor rango en la jerarquía católica mundial condenado por este tipo de actos. El papa Francisco aceptó su renuncia a finales de julio.
Un tribunal lo había condenado a 12 meses de prisión, sin posibilidades de liberación anticipada antes de seis meses. El magistrado Robert Stone anunció ayer que el exarzobispo no tendrá que cumplir esa pena por su edad y sus condiciones físicas y mentales.
El juez subrayó en mayo que "el condenado no había mostrado ningún arrepentimiento o contrición", según el grupo de medios ABC.
Wilson no hizo ningún comentario al abandonar el tribunal, donde lo esperaban víctimas de Fletcher.
"¿Vas a pedir perdón por lo que me has hecho a mí y a todos los que sufrieron abusos cuando eran niños?", demandó una de ellas.
El 7%
de los curas australianos fueron acusados de pedofilia entre 1950 y 2010, pero no hubo investigación