Sedentarismo es factor de obesidad
México, primer lugar de tipo infantil, de acuerdo con la Secretaría de Salud
La obsesida se caracteriza por una acumulación progresiva y excesiva de grasa, particularmente en el abdomen y por el incremento de peso corporal. En niños y adolescentes, la obesidad tiene que ver con la alimentación y actividad que se realiza.
Los factores de riesgo, a nivel físico, se derivan de la inactividad. “Ver televisión, jugar videojuegos, tabletas digitales, celulares y computadores provoca que los niños pasen tiempo sentados, sin gastar energía; al no ser utilizada se convierte en grasa y se acumula en el organismo, generando sobre peso y obesidad”, menciona la nu- trióloga Alma Díaz.
La obesidad en niños y jóvenes, se indica, puede ser el principio de enfermedades consideradas de adultos, tales como: diabetes mellitos, problemas en pies y espalda, trastornos hormonales, hipertensión arterial, várices y cáncer.
“La genética puede influir, ya que si los padres presentan obesidad durante los primeros tres meses de gestación, existe la posibilidad que los hijos padezcan sobrepeso durante la niñez o adolescencia”.
Aunado a ello, los aspectos culturales tienen un papel esencial en el desarrollo, ya que la alimentación afluye, “el comer embutidos, no tener un horario establecido, y no tener alguna actividad física se verá reflejada en la calidad de vida, pues incluso los menores están propensos a sufrir baja autoestima, depresión o ansiedad”.