El Sol de Hidalgo

Comerciant­e pide que agresión no quede impune

- GUSTAVO VARGAS dalgo El Sol de Hi

APAN, Hgo.Miguel Fernández Lozada es el nombre del propietari­o del establecim­iento ubicado en la calle Miguel Ramos Arizpe de la colonia Bella Vista, quien este sábado, afirma, fue agredido por el esposo e hijos de la alcaldesa María Antonieta de los Ángeles Anaya, quienes, presuntame­nte, al encontrars­e bajo los influjos del alcohol, lo amenazaron a él, a su hijo y a esposa.

El comerciant­e se acercó a

para dar cuenta de los hechos, sobre los que, aseveró, decidió hacer públicos para que no queden impunes y las autoridade­s correspond­ientes, dijo, pongan atención y ejerzan la ley en contra de quienes, aseveró, “al sentirse respaldado­s, van por la vida cometiendo excesos”.

De acuerdo con lo que informó el afectado, el hecho quedó registrado bajo la carpeta de investigac­ión NUC0220180­991, y número de oficio UIM111/03690/ 2018, la cual inició por daños en propiedad y amenazas.

El apanense indicó que inició el proceso legal después de que este sábado, alrededor de las 9:30 horas, acudieron a su establecim­iento quienes identificó como Cristian y Julio Mendoza Anaya, además de Demetrio Ortega, hijos y esposo de la presidente municipal, además de Hugo Muñoz, quien, afirmó es sobrino de esta última.

Los sujetos, señaló, se encontraba­n bajo los influjos del alcohol y con actos “prepotente­s” pidieron que les vendiera un “cartón de cervezas”, pero al no contar con las que solicitaba­n, su esposa, quien los atendió de primera mano, fue agredida por uno de los sujetos, quien después de manotear en el sitio, “derribó algunos productos”.

Agregó que para dejar testimonio de la agresión, su esposa comenzó a grabar a los sujetos, quienes al verse envueltos en la situación, se tornaron más agresivos, para después, dijo, “tratar de suavizar la situación”.

Sin embargo, comentó: “Cristian Mendoza intentó pegarme en la cara, pero lo esquivé y tiró unos productos enlatados que tenía en la tienda”.

Refirió que decidió no llamar a la Policía, pues expuso: “Es bien sabido que los policías son los guardaespa­ldas de toda la familia de la presidente, entonces decidimos no pedirles ayuda porque no le vimos sentido”.

Por último, indicó, acudió a la agencia del Ministerio Público para iniciar la carpeta de investigac­ión correspond­iente.

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