La UE da respaldo a Cuba contra EU
LA HABANA. Cuba y la Unión Europea (UE) reforzaron sus vínculos políticos y de cooperación y volvieron a rechazar la ley estadounidense Helmsburton, que permite demandar a empresas extranjeras que administren bienes nacionalizados en la isla por la Revolución de 1959.
Acordamos fortalecer el seguimiento de nuestros diálogos políticos y hemos lanzado nuevos diálogos sectoriales", dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, al término del segundo Consejo Político entre ambas partes.
Mogherini inició el domingo una gira que incluirá a México y Colombia, con la situación en Venezuela en su agenda.
Estados Unidos apuesta por la caída de Nicolás Maduro en Venezuela y ha enfilado sus baterías contra Cuba y Nicaragua, países aliados del chavismo.
El Consejo revisó la marcha del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), que Cuba y la UE firmaron en diciembre de 2016, un mes antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y ratificaron en 2017, cuando comenzaron relaciones plenas.
Desde 2008 la UE "ha comprometido 200 millones de euros para apoyar el desarrollo de Cuba" en agricultura sostenible, seguridad alimentaria, medio ambiente y cambio climático, "así como para acompañar la modernización del país", destacó Mogherini.
Mogherini inició en Cuba una gira regional que incluirá a México y Colombia, con la situación en Venezuela en su agenda
"Cuba es un socio clave para nosotros, porque puede servir como puente entre América Latina y el Caribe", apuntó.
El embajador de la UE en La Habana, Alberto Navarro, declaró que el bloque y Cuba están "en el mejor momento" de sus relaciones en los últimos 25 años.
Revirtiendo el histórico acercamiento que inició su antecesor Barack Obama, Donald Trump ha recrudecido el embargo que Estados Unidos aplica contra la isla desde 1962. En vísperas de la llegada de Mogherini, Washington anunció nuevas restricciones sobre el envío de remesas y la prohibición de transacciones bancarias.
Trump activó en mayo el título III de la Ley Helmsburton, congelado desde su promulgación en 1996.
"La Unión Europea rechaza la reactivación de la ley Helmsburton (...), considera ilegal la aplicación extraterritorial de las medidas coercitivas unilaterales y recurrirá a todas las medidas para proteger sus intereses legítimos, a sus ciudadanos y a sus empresas", subrayó Mogherini.