Retomó el rumbo
ALEMANIA LE QUITÓ EL INVICTO A IRLANDA DEL NORTE PARA ARREBATARLE EL LIDERATO
Belfast, Reino Unido.- Alemania se impuso ayer en su visita a Irlanda del Norte, a la que superó con marcador de 2-0, aunque también con muchos apuros, en el duelo que no sentenció hasta el tiempo de compensación, con el gol de Serge Gnabry, para arrebatarle a su rival en turno el liderato del Grupo C de las eliminatorias rumbo a la Eurocopa de 2020. Los locales mostraron desde el inicio su increíble despliegue físico con el que pusieron en problemas a Alemania, que tuvo muchas dificultades para salir de su propia mitad. El juego de los norirlandeses era valiente y agresivo, con presión adelan
tada en cuanto perdían el balón en el campo contrario. Apenas al minuto 6, Irlanda del Norte tuvo una gran ocasión en los pies de Conor Washington, quien quedó solo dentro del área tras la jugada que se inició con la pérdida de balón por parte del volante del Real Madrid, Toni Kroos, pero se encontró con la gran atajada de Manuel Neuer. Alemania tardó en tomar el mínimo control del partido, y sólo pasado el primer cuarto de hora del partido empezó a desplazar poco a poco las acciones hacia la portería irlandesa. Los jugadores locales, no obstante, hacían gala de gran derroche físico y disciplina táctica. Hasta el tiempo añadido del primer tiempo, la Selección de Alemania no tuvo ninguna ocasión clara de gol. Fue el remate de Timo Werner, desde el borde del área chica, ante el que Bailey Peacock Farrell tuvo buena reacción bajo el arco. Tras el descanso, Alemania empezó a fabricar ocasiones de gol. Peacock Farrel atajó el remate de Marco Reus dentro del área, pero un minuto después, al 48, ya no pudo hacer absolutamente nada ante la volea que hizo entonces Marcel Halstenberg. En sus siguientes jugadas, Alemania no acertó e Irlanda del Norte volvió a ofrecer resistencia. Al minuto 63, el empate estuvo cerca, cuando Stuart Dallas dejó escapar una gran ocasión. El partido, pese a que Alemania tuvo el 75 por ciento de posesión del balón, estaba abierto y lo único que podía dar seguridad absoluta a los dirigidos por Joachim Löw era el segundo gol, que llegó al minuto dos del tiempo de compensación, por medio de Serge Gnabry, quien anotó dentro del área, tras el pase de Kai Havertz.