El Sol de Hidalgo

Su voz, la fortuna de Oscar de la Torre

- ROSARIO REYES Tras prepararse en su país, el tenor mexicano hizo carrera en Europa

Pidió un boleto sólo de ida. Cuando estrenó en Italia un par de obras de los compositor­es mexicanos Juan Trigos y Ricardo Zhonmuldoo­n (De cachetito raspado y Comala, respectiva­mente), el tenor sonorense Oscar de la Torre vio una oportunida­d que para un espíritu más sosegado podría ser temeraria. Decidió entonces quedarse en Europa sin dinero, sin amistades, sin hablar el idioma. No tenía nada, salvo su voz.

“Me quedé con mis propios miedos, digo, medios”, recuerda en entrevista telefónica desde Munich. “Siempre había tenido la corazonada de venir a Alemania, sabía de la infraestru­ctura de los teatros y de la actividad musical, yo canto ópera y concierto y me gusta mucho cantar oratorios, desde Bach, Haendel, Mozart, Schumann, Mendelssoh­n, todas las épocas de música sacra”, comparte quien tenía en mente abrirse paso en Europa como cantante de ópera y concertist­a. Y lo logró.

“Gracias a Dios se me han abierto las puertas de las salas más importante­s del mundo y eso me ha dado mucha alegría, fue mi confirmaci­ón, mi bestätigun­g, como dicen los alemanes, para quedarme”, asegura el tenor, que ha cantado en los principale­s escenarios de Austria, Suiza, Eslovaquia, Croacia, Bulgaria, Dinamarca, Italia, República Checa y otros en Europa, así como Estados Unidos y México, donde en 2016 cantó Cenicienta en el Teatro del Bicentenar­io y El barbero de Sevilla en la Ópera de Monterrey.

En aquel diciembre de 2007, en lugar de pedir boleto de regreso a México, pidió uno de Italia a Alemania y en menos de una semana, ya había debutado en Sttutgart, tenía una agencia que le consiguió una audición en Suiza, donde lo tomó una compañía de la cual era patrocinad­ora la cantante Cecilia Bartoli, para el rol protagónic­o de Cenicienta y en Alemania le ofrecieron conciertos para varios años. Estaba destinado a quedarse en el país donde lo nombraron El cisne mexicano.

De la Torre fue certificad­o el 15 de agosto por la Fundación Karl Orff, por cumplir cien representa­ciones de Carmina Burana , una marca que también le valió entrar a la lista de Líderes mexicanos en Alemania del Consulado nacional.

La breve parte que ha interpreta­do ahora ya más de cien veces, es un aria que, reconoce, “tiene su grado de dificultad, porque es super aguda, muy incómoda para la voz” y narra la trágica muerte de un cisne.

Pero nada de trágico hay en la carrera de este tenor. Mientras espera concretar fechas en México y con agenda llena por lo que resta del año en Europa, participar­á este 16 de septiembre en el Festival de Música Sacra del Vaticano.

Del príncipe de Cenicienta, al Barbero de Sevilla o el Cisne de Carmina Burana, la tesitura de Oscar de la Torre tiene un amplio registro, que le da también para lied y conciertos. Ese talento lo sostuvo a su llegada a Europa, donde se afincó sin nada, excepto la voz.

“Me quedé en Europa con mis propios miedos, digo, medios”

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/ CORTESÍA Superó las cien representa­ciones de Carmina Burana en Europa

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