Lo operan de emergencia
Joaquín Sabina presentó un coágulo en el cerebro después de la caída que tuvo en el escenario
MADRID. Difícilmente pudo imaginar Joaquín Sabina que concluiría su 71 cumpleaños en un hospital, en el que ingresó tras caer de un escenario en pleno concierto y que apenas unas horas después habría de ser sometido con éxito a una intervención por un "pequeño cóagulo" en el cráneo.
Así lo indica el parte médico facilitado a los medios de comunicación apostados a las puertas del centro médico Rúber Internacional de Madrid, en el que se indica que, a consecuencia de la caída, el artista sufre "traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico".
Todo comenzó en torno a las nueve de la noche del pasado miércoles, el día que el autor de Cerrado por derribo cumplía 71 años y ante la que debía una velada triunfal más en la gira conjunta que lleva a cabo con su amigo Joan Manuel Serrat.
La promotora del concierto precisó que la causa del accidente fue una caída por un foco que lo había deslumbrado y que nunca perdió la conciencia. De hecho, tras ser retirado en camilla y examinado por los servicios sanitarios, regresó ante su público en una silla de ruedas empujada por Serrat.
"Estas cosas sólo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo", se disculpaba Sabina, aquejado de un fuerte dolor en el hombro que requería ser atendido en un centro hospitalario, una necesidad que esta misma mañana a primera hora su representante confirmaba, al afirmar que padecía tres fisuras limpias en el hombro izquierdo.
Sabina permanecerá 48 horas en observación. El nuevo parte médico se dará a conocer dentro de 24 horas y hasta el momento "se encuentra estable".