Aislamiento bajó sistema inmunitario
El también gastroenterólogo, Raúl Contreras, no recomendó el regreso de clases a distancia
No es conveniente que por la aparición de la Hepatitis Aguda Grave Infantil (HAGI) de etiología desconocida se deba de regresar al confinamiento de la niñez en edad preescolar y escolar, ya que una teoría fuerte es que eso fue lo que causó la aparición porque no hay un fortalecimiento de las defensas en la infancia, opinó el hepatólogo y gastroenterólogo, Raúl Contreras Omaña.
Invitado por la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias junto con la pediatra y urgencióloga pediatra Angélica Barros, a un conferencia virtual, el también investigador de reconocimiento internacional e hidalguense, informó que no hay a la fecha una relación del brote de la HAGI con la aplicación de la vacuna anticovid, “no existe evidencia”, con lo cual
a agosto es la temporada de la hepatitis A en población infantil y de la E en adultos; alcanza su “pico más alto” entre mayo y julio
Tienen que dejó en claro que debe aplicarse, pues lo casos registrados en algunos el menor no la tenía.
En su trato con todos sus pacientes, a todos les dice que “los niños se enferman y eso es normal, y se deben enfermar. La etapa escolar infantil es la de máxima formación de anticuerpos y la máxima de exposición inmune de los agentes desconocidos.
“La vida escolarizada permite ese intercambio de agentes infecciosos entre niños, lo que fortalece sus defensas”.
Por lo que al haber estado dos años en aislamiento por la pandemia “sus respuestas inmunes no han sido las adecuadas”, volvieron a las aulas y regresaron los cuadros respiratorios y gastrointestinales; el aislamiento provocó estos cuadros (de HAGI), es la teoría más sólida, añadió.
“El adenovirus causante de la HAGI, otra hipótesis fuerte, se trata de “un virus leve y frecuente en la niñez”, pero que llama la atención al provocar una respuesta inflamatoria fuerte, pero no en todos los pacientes, pues si se trata a tiempo no se complicará”, afirmó.
“En México es la temporada de la hepatitis A en la población infantil y de la E en los adultos, de abril a agosto, alcanzando su “pico más alto” entre mayo y julio, sus síntomas pueden aparecer tres días después, por eso la importancia de mantener bajo observación a los pequeños del hogar”, apuntó.