Espíritu indomable
TEXTO: OMAR DELGADO I FOTOS: JAC
En 1966 el mundo del todoterreno dio un giro drástico, Ford presentó la primera generación de Bronco, uno de los vehículos capaces de desafiar los caminos menos convencionales; su agilidad y espíritu aventurero harían de éste un icono con el paso del tiempo. A 55 años, el mítico potro regresa más disruptivo y dispuesto a potenciar su indomable legado.
Para comprobar la tecnología, el desempeño y las capacidades de la quinta generación, Autos OEM llevó este imponente SUV a su hábitat natural, una ruta por Jilotzingo, Estado de México, llena de senderos desafiantes.
En cuanto a desempeño, Bronco hace honor a nombre con una respuesta briosa y potente: gracias al motor cuatro cilindros de 2.3L turbo Ecoboost con 300 caballos de fuerza y 325 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades.
Como auténtico todoterreno cuenta con el sistema de tracción 4x4 con los modos 2H, 4L, 4H y 4A; además, desconexión del eje delantero automático y bloqueo de diferenciales que, sumados a la puesta a punto especial en suspensión y electrónica con amortiguadores de alto rendimiento Bilstein, permiten enfrentar fácilmente cualquier desafío en el camino.
Desde un comportamiento ágil y confortable en carretera, hasta el momento en que decidimos salir del asfalto para enfrentar terracería con pendientes, bajadas, pasos de agua y zanjas, la buena entrega de torque nos permitió salir bien librados, con mucha confianza al volante.
Asientos tapizados en vinil de grado marino con emblema Bronco.
Volante multifunción y pantalla SYNC4 de 12 pulgadas. en piel, selector de modos de manejo y agarradera central. capacidad de arrastre
Faros delanteros BI-LED, defensa modular de acero y rines de 17 pulgadas en aluminio color gris carbono.
Faros traseros LED, rieles en techo y placas de protección inferior.