Recuperar la oportunidad del diálogo
OPINIÓN
Desde sus inicios en el año 1995 con la red social classmates.com, las redes sociales han empoderado a los usuarios, han permitido que cualquier usuario llegue a cualquier persona conectada a esa red social, básicamente han democratizado el acceso a ser escuchados. También es una realidad que conforme las redes sociales han evolucionado se han convertido más en entretenimiento y mensajes de odio que en otra cosa.
El ejemplo de Twitter, que acaba de ser comprada por el hombre más rico del mundo, Elon Musk, es importante para ejemplificar lo que sucede con las redes sociales. Según un estudio de la agencia Reuters, 90 por ciento del contenido de la plataforma es creada por 10 por ciento de los usuarios y los temas que se platican más son criptomonedas y pornografía, alejando a los usuarios que realmente quieren informarse y a los anunciantes que buscan a esos usuarios que buscan información.
Twitter fue concebida como única en su clase; permite acceder a la inmediatez de un tema específico y de ahí poder establecer un diálogo, discusión y aprendizaje colectivo; hoy ese espíritu se ha perdido en mensajes de odio, división y denostación a diestra y siniestra sin ningún tipo de consecuencia, real, para aquel que se aprovechó del espíritu de la aplicación. En palabras de Elon Musk y después de haber conseguido el control de Twitter por un total de 44 mil millones de dólares, su objetivo es devolverle a la civilización una plaza digital común, donde se pueda debatir pero sin recurrir a la violencia.
De paso en su primer postura como dueño de la plataforma arremetió contra los medios de comunicación diciendo que “en la búsqueda incesante de clics, gran parte de los medios de comunicación tradicionales han alimentado y atendido a esos extremos polarizados, ya que creen que eso es lo que trae el dinero, pero, al hacerlo, se pierde la oportunidad de diálogo”.
Y no hay mentira alguna en las palabras de Elon Musk, la apología del odio encarnada en un tuit o un post es más común de lo que podríamos pensar. La plataforma para informarse ahora es más un campo de batalla de bots y dinero para comprarlos que un foro para una buena discusión y argumentación.
Los seres humanos estamos siempre del lado donde están los más, y no es malo, es una reacción de supervivencia, por eso un post o un tuit con miles de comentarios en contra o a favor hace que tengan cada vez más, es como una bola de nieve que, conforme avanza, se hace más y más grande, solo hay que tener presupuesto para iniciar la bola y… a rodar. Ojalá esta compra y cambio de visión en Twitter haga que se recupere realmente la libertad de expresión sin engaños y sin partidos políticos detrás de una postura de “miles” de usuarios fantasma engañando a millones.