Sequía disminuye oferta de insumos
La escasez de la oferta y la abundante demanda provoca el encarecimiento para los consumidores
Aunque la inflación general descendió 4.64 por ciento en agosto, el valor de los precios de productos alimentarios que forman parte de la canasta básica se mantiene con una variación de 8.44 por ciento, debido a la sequía que ha disminuido la oferta de los insumos, de acuerdo con datos del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Los precios de los productos de la canasta básica como alimentos y bebidas no presentaron reducciones en los precios para los consumidores, por lo cual se mantienen por encima de las proyecciones originales que se habían contemplado en el inicio de este año por parte de Banco de México (Banxico).
De acuerdo con el INPC, los precios de los alimentos son los que se mantienen con ascensos sostenidos para los consumidores finales, por lo cual la caída de la inflación general no ha impactado de forma significativa en estos insumos que son esenciales para la dieta de las personas.
Al respecto, Orlando Vera, analista económico del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México (Colmex), explicó que el problema de la sequía que ha
BANXICO
estima que la inflación continúe a la baja impactado en la mayor parte del territorio nacional ha impedido que los precios de los productos básicos disminuyan, debido a la escasez de la oferta y la abundante demanda.
El investigador económico expuso que este fenómeno se refleja en la falta de competencia real entre los productores de productos alimentarios básicos como frutas, verduras, así como cereales y granos que dependen de las condiciones agrícolas existentes para favorecer la actividad económica.
El especialista refirió que los precios de los productos de la canasta alimentaria, en algunos casos, encarecieron como en el caso del limón que ante la situación que han padecido los productores por los niveles de violencia en algunas regiones del país también se reflejará en los precios para los consumidores.
El Banxico estima que la inflación general y la básica—que incluye directamente a la canasta alimentaria—podrían continuar con su tendencia a la baja en los siguientes meses y cerrar 2023 con una demanda del mercado cercana al cuatro por ciento en la tasa general.