‘Himno a la Revolución Mexicana’
Valerosa ,Patriota Surgiste, emprendiendo la lucha sagrada con tu sangre que fue derramada, libertad al esclavo le diste.
Si al combate un llamado se escucha, nuestra vida ofrecemos hoy darte, el seguir tu glorioso estandarte y vencer o morir en la lucha.
Cual apostol, el mártir Madero, inició redentora contienda, su existencia la dio por ofrenda al morir por falaz traicionero.
Más su muerte sirvió de bandera, y el clarín anunció que Carranza, contra Muerta victoria el alcanza, derrumbando su terca trinchera.
Chihuahua, Coahuila y Sonora son del norte los campos de guerra, y en Morelos //pata se aferra en la lucha que fue salvadora.
Entre el fuego de horrible metralla y el fragor de reñido combate, a tu tropa distingue su embate cuando escala la fuerte metralla.
Y vencieron tus huestes heróicas, con lavaros fueron llevados por tus siempre valientes soldados y sufridas mujeres estóicas.
Los laureles del triunfo te dieron; con su esfuerzo tu gloria buscaron, y gran parte la muerte encontraron, con sus vidas coronas te hicieron.
La natura amorosa prestó franca ayuda a tu gente guerrera, sus encantos en ardua carrera, el cansancio y penar mitigó.
Alumbraron estrellas lucientes, y los iris en lardes lluviosas, los fulgores en auroras hermosas y la luna en las noches fulgentes. Los volcanes te dieron su lumbre y los rayes brillantes destellos; el perfil de las aguilas. sello, y los montes te ofrecen su cumbre.
Verdes selvas cedieron su sombra y las cuevas profundas entrañas, los barrancos las rutas extrañas y los valles te sirven de alfombra.
Frescas aguas brindaron los ríos y las aves donaron sustento, tierno cesped sirvió de alimento a corceles que cobran sus bríos.
Y de México el sol, muy sonriente, deslumhró con su luz meridiana, festejando victoria temprana y de heroes la gloria esplendente.
Es un lauro con sangre ganada que al del campo y obrero redime y les da
bienvenida, que es sublime, porque fue con martirio sellado.
Con el triunfo hay un gran desarrollo y por modernos y libres canales; hoy los hombres son núcleos vitales de profreso, sin liga ni escollo.
“Democracia y Justicia Social”, Un partido los lleva por lema, que deslumbra cual aurea diadema cuando pasa en su carro triunfal.
Ese Veinte de Noviembre en la historia nos recuerda que es triunfo bendito, y se escucha doquiera ese grito: ¡Redención, Libertad y Victoria! En días pasados fue noticia a nivel mundial la cancelación del juego de la NFL llamado “Monday night” que se iba a celebrar en el estadio Azteca el 19 de noviembre. Esta noticia exhibe a México no sólo en el ámbito deportivo sino que va más allá evidenciando nuestro subdesarrollo real como país. Un incumplimiento que nos avergüenza como ciudadanos y como aficionados al deporte. En lo personal me duele ver nuestra falta de cultura deportiva. Analicemos el tema de manera constructiva.
La disculpa pública pero tardía de Emilio Azcárraga no alcanza para subsanar la irresponsabilidad del dueño de la empresa que administra el estadio Azteca. Tampoco fue bien visto que el presidente electo AMLO, queriendo jugar al súper héroe, haya intervenido reuniéndose con el comisionado R. Goodell, E. Azcárraga y L. Videgaray para anunciar que el próximo año se celebrará el evento.
La voracidad por explotar el alquiler del estadio Azteca otrora ejemplo de funcionalidad y diseño pero ahora rezagado en cuanto a los avances tecnológicos comparado con los estadios modernos , para eventos no deportivos hizo que el pasto estuviese en pésimas condiciones una semana antes del evento por lo que el comisionado de la Liga anunció la cancelación del evento. El mal estado del césped ya se venía anunciando pero subestimaron la seriedad del compromiso, que dicho sea de paso fueron los jugadores quienes pidieron y hasta exigieron al comisionado el cambio de escenario. La celebración de los partidos de futbol de la Liga MX también fueron suspendidos y se programaron en estadios alternos. Tardíamente se anunció que se cambiaría todo el pasto. El mal ya estaba hecho.
El nivel de futbol que es el principalísimo deporte en el país es una demostración evidente del nivel de mediocridad del deporte mexicano. Baste citar la revisión que están haciendo las autoridades a los equipos por presuntas actividades monopólicas, así como el triste papel de la selección nacional durante el año y el fracaso final contra argentina, donde se vio a un equipo falto de compromiso, incluyendo al técnico R. Ferreti. La voracidad económica de los dueños y el control que ejerce la comunidad argentina en el país, tienen sumergido al futbol en un pozo. La fuerza y garantías que tienen los jugadores aquí en México es nula comparada con los jugadores
de las Ligas en USA.
En cuanto al deporte amateur, sabidos son los malos manejos que hay en la CONADE y en las federaciones deportivas, al grado que muchos atletas tienen que sufragar sus propios gastos. Es inconcebible cómo el deporte continúa coordinándolo la SEP a través de la CONADE con un pingüe presupuesto y atrapado en la burocracia y corrupción que imperan en las secretarías de estado.
El gobierno saliente no tuvo en sus prioridades el deporte y al gobierno entrante parece no interesarle. Tal parece que seguiremos sumidos en la mediocridad deportiva, no sólo en el futbol sino en cualquier deporte especialmente en los deportes de conjunto. Decir que en el país hay múltiples problemas no justifica que el deporte sea la última de las prioridades. Los premios nacionales del deporte han pasado desapercibidos sin pena ni gloria.
El nivel del deporte es un reflejo de nuestro nivel como nación. Hay modelos deportivos de otros países que pueden adaptarse al nuestro y no pretender inventar lo ya inventado. Yo fui iluso al colaborar con uno de los candidatos elaborando un Anteproyecto de Nación del Deporte Mexicano. El documento se fue directo al cesto. El deporte en México requiere de una reforma completa debiendo ser manejado en forma privada pero correcta. La solución está en la formación y educación escolar, desde las primarias, secundarias, preparatorias y universidades, todos trabajando bajo un plan maestro. Es un sueño, similar al que expresó hace décadas, pero en otra dimensión M. L. King Jr.