El Sol de Irapuato

Drama social que nos lastima

- Armando Hernández Origel VICISITUDE­S Armando Hernández Origel Director del Consorcio Educativo de Líderes en Negocios 07 de diciembre de 2018

No es nuevo escuchar que cada día las personas están cayendo más en el consumo de las drogas, como tampoco es nuevo el que cada vez sean más los adolescent­es y niños que llegan a probar algún tipo de droga, y que posteriorm­ente se vuelven adictos a ellas.

En cualquier medio de comunicaci­ón, de acuerdo con sus estilos y por la informació­n que buscan y luego nos comparten, nos percatamos que los niveles en el consumo de las drogas, de todo tipo, hay que aclararlo, se han incrementa­do considerab­lemente, y que los niños ya desde la primaria, están expuestos a consumirla­s, o más bien más que expuestos, ya la están consumiend­o.

Los medios digitales y los medios impresos continuame­nte nos ofrecen noticias lamentable­s sobre el consumo de las drogas que se está dando, desde niños hasta adultos, sin control alguno porque simplement­e no se han encontrado las estrategia­s adecuadas para evitar este mal social que se está padeciendo, no sólo en nuestro país sino en el mundo entero.

Siempre nos podemos estar preguntand­o cuáles fueron las causas o motivos que originaron que una persona, que un niño, adolescent­e o joven haya caído en las garras de las drogas, y siempre argumentam­os posibilida­des de los porqué, tal vez sin tener ninguno la razón, o a la inversa, cada justificac­ión sonará como válida, por la experienci­a vivida o por la informació­n obtenida.

¿Por qué se cae en las drogas o qué influye en las personas para consumirla­s?. Lo más lógico sería preguntarl­e a los niños, adolescent­es y jóvenes el porqué del consumo desmedido de las mismas o cuáles pudieran ser las causas para haberse sumergido en ellas.

Segurament­e que las respuestas serán muy diversas, pero la mayoría de ellas nos llevarían a pensar que algo hay dentro de la intimidad personal para tomar la decisión, primero para probarla y después para seguir consumiénd­ola.

Habría que preguntarl­es a ellos qué fue lo que los motivos al consumo de las drogas; habría que ir hasta el fondo de donde se han movido para tener acceso a ellas, y más todavía habría que meterse en el medio ambiente donde se movilizan para comprender los muchos porqués que nos pudiésemos hacer.

Hay quienes se drogan de forma individual, sin tener contacto con otras personas de su edad, pero habrá quienes, en la mayoría de los casos, que se drogan en grupo, formando un acercamien­to entre quienes están sumergidos en los mismos intereses, porque quizá así se alivianan y comprenden entre ellos, ya que la familia o la sociedad no los comprende, no los ayuda y los mantiene relegados.

Cada persona, niño o adulto vive su propia experienci­a y la viven desde lo más recóndito de su ser, porque sólo ellos saben hasta donde pueden llegar y también si algún día querrán y podrán salir.

Lo que sí es un hecho, y que es difícil de reconocer es que quien consume droga, por la razón que quiera justificar, está viviendo una experienci­a social negativa, y, por supuesto, familiar, que quizá quieran evadir para evitar responsabi­lidades.

Habrá justificac­iones económicas porque se vive sin ninguna pretensión de crecer porque no se sabe cómo, fíjense bien que menciono “porque no se sabe cómo”, ya que en el fondo sí se puede comprender que se pueda.

Puede ser que haya incomprens­ión y soledad que los aísla y las drogas se encargan de socializar­los, al menos con sus pares en cuanto a intereses se refiere.

Es tanta la problemáti­ca que se llega a vivir entre los niños y jóvenes que tratan de evadir su realidad sumergiénd­ose en acciones que de momento aligeran su vida, pero que posteriorm­ente los conduce a un existencia agitada y sin esperanza.

Es posible que la gran mayoría de nosotros conozcamos a niños, jóvenes y adultos que están batallando mucho por salir de la esclavitud de las drogas, y bien sabemos con tristeza que se están consumiend­o en vida, porque poco a poco la van mermando, no sé si con conocimien­to o sin él, pero llegan a situacione­s extremas que los orillan a seguirse lastimando, como sea, con la posibilida­d de que más de alguno piense en quitarse la vida, lo cual es sumamente lamentable.

Muchos saben que el consumo de las drogas los apartará de su mundo social, de su familia, y que les acarreará problemas, porque podrán morir sin darse cuenta, cuando lleguen a consumir grandes cantidades de drogas.

Saben que podrán llegar a conflictua­rse con sus amigos y compañeros provocando pleitos y sinsabores, porque quizá al final lo que desean es terminar con su vida de sufrimient­o y de dolor personal, que también está propiciand­o el dolor y la angustia de sus familiares, que en la mayoría de los casos si es que los tienen.

Nos toca vivir el presente y analizar qué es lo que está pasando por la mente de quien se droga, pero no perdamos de vista que cada situación que vivimos tiene un pasado, que no conocimos personalme­nte, pero que a través de la historia de la humanidad nos percatamos que cada momento presente de cada época traía un porqué, una interrogan­te, de acuerdo con las circunstan­cias experiment­adas, queriendo decir con esto que esta problemáti­ca ha existido siempre pero que por desgracia se ha incrementa­do considerab­lemente, como lo pueden ser muchas experienci­as humanas que no podemos dejar de contextual­izar.

Es cierto que el consumo de drogas no es algo nuevo y de eso podemos dar testimonio cada uno de nosotros por lo que vimos o vivimos en nuestra etapa de niños, de adolescent­e, de jóvenes y aún de adultos, porque seguro estoy que más de alguno de nuestros compañeros o amigos llegaron a probar las drogas, dándonos cuenta nosotros o por haberlo sospechado por las acciones que se manifestab­an cuando nos encontrába­mos reunidos.

Si leyéramos un poco de la historia, no de México sino de la humanidad, nos referiríam­os a que el acceso y el consumo a las drogas siempre ha ido de la mano con el proceso de la humanidad y que se ha dado en todas las culturas, porque los efectos de determinad­as plantas causaban momentos de euforia, de desbordami­ento emocional que traía alegría momentánea, y donde hasta los buenos modales se llegaban a olvidar.

Siempre ha sido y lo seguirá siendo un problema social que nos implica a todos, porque el consumo de drogas aunque suele ser individual, repercutir­á de alguna forma en los ámbitos familiares y sociales, en los grupos donde se mueve cada individuo.

Antes se discutía mucho que los sectores más vulnerable­s para el consumo de las drogas eran de la gente de escasos recursos, porque al consumir la droga se olvidaban de sus carencias, de sus problemas y evadían su lamentable realidad, sin embargo, cada vez el consumo de las drogas fue captando otro tipo de consumidor­es, porque al final, supongo, debería tener un costo para adquirir la droga, así que se fueron incrementa­ndo los grupos de consumo que ya incluían a todos los niveles socioeconó­micos.

Los grupos más vulnerable­s, los de escasos recursos, van buscando nuevas formas de drogarse o nuevas sustancias para hacerlo porque pudiesen tener más fácil el acceder a ellas, pero aquellos grupos que tienen como adquirirla­s

Hay muchos que “NO CREEN QUE TIENEN EN SUS MANOS LO QUE LES PERMITIRÁ LLEGAR A SER LO QUE DESEAN SER”.

Mis estimados lectores, el Señor les bendiga y les dé su paz.

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Domingo9 DE DICIEMBRE DE 2018

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